El domingo de Pascua, su Santidad Francisco hizo un llamado por la paz. Expresó molestia ante pasividad frente a crisis humanitarias; flagelo inacabable, según registros de la historia y visión del futuro. ¿Cuáles? Las que impiden el bienestar de la población mundial. Enlístense las de cada región del mundo. Las de cada lugar de la Tierra. Las que padecemos en nuestra vidas. Las próximas. Las distantes aunque, en los hechos, las distancias desaparecen. Comunicaciones, transportes, globalidad, nos coloca en los escenarios de los acontecimientos.
Llamado del Papa a la humanidad.
Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.
Y paz, también, a las mujeres de buena voluntad. Las que deciden. Las influyentes. Las protagonistas.
Ángela Merkel. Tan severa en la conducción de la zona euro de la Unión Europea a cuanto exigen de Grecia y otros países para la estabilidad económica de la organización. Grecia, que hoy reclama pago de más de 200 mil millones de euros como reparaciones de guerra (por daños infligidos por la nación teutona en la II Guerra Mundial). Demanda que, por supuesto, rechaza la dura señora Meckel.
Otras damas en el poder cuyas gestiones se cuestionan como Dilema Rousseff, de Brasil; Cristina Fernández, de Argentina; Michelle Bachelet, de Chile. Enfrentan sendos conflictos en sus países, causa de inestabilidad política y social.
Crisis humanitarias ocasionadas por ambiciones económicas, por afanes de dominio geopolítico, por asuntos de salud, por cuestiones ambientales, por fundamentalismos religiosos, por acciones criminales, por xenofobia. Sea en Ucrania (¿por qué Crimea me recuerda a Kosovo?), Siria, Israel, Palestina, Irak, Irán, Yemen, Kenia, Nigeria, Francia, España, Colombia, Venezuela. Calles de ciudades norteamericanas. ¿Nos salvamos en México?
Molestia de su Santidad ante pasividad internacional. Seguramente, por obstáculos a rutas de distención conducentes a la paz. Ocurre en los propósitos de Barack Obama en las conversaciones de Lausana, Suiza. Buscan acuerdos con Irán conducentes a la desactivación de un conflicto mayor en Medio Oriente a los que son adversos conspicuos políticos del Partido Republicano, seguidores del todo o nada de Benjamín Netanyahu.
Ojalá el reclamo de Francisco abra el sentimiento y el entendimiento de cuantos hoy se oponen a dar oportunidades a la paz, dentro y fuera de sus fronteras nacionales. De quienes, conscientes o inconscientes, hoy, como ayer, se oponen a seguir las rutas de solución a las crisis humanitarias que ponen en riesgo la existencia de la humanidad. Una existencia que comenzó, en nuestra galaxia, hace 4 mil quinientos millones de años. Debiera durar, en las formas a las que la evolución (credos religiosos considerados) determine. Ah, es la edad pasada y futura (salvo cataclismos) del sol.
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