De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), a nivel mundial, en cada hogar se desperdician cerca de 95 kilogramos de comida al año, y en México, los alimentos que más se desperdician son las tortillas, el pan, los cereales, las frutas, las verduras, la leche y sus derivados.
En concordancia con la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA)-organización no gubernamental-, ese desperdicio de alimentos en su mayor parte se registra en centrales de abasto, tiendas de autoservicio, restaurantes, hoteles, mercados y en hogares donde no se planifican de manera correcta las compras ni el consumo.
Al respecto, los senadores Jorge Emilio González Martínez y Gerardo Flores Ramírez, y el diputado Ernesto Núñez Aguilar, del Partido Verde, exhortaron al Ejecutivo Federal a implementar campañas de concientización para reducir esta práctica, sobre todo, porque 30 mil las toneladas de alimentos diariamente son desperdiciados.
En un punto de acuerdo, presentado en la Comisión Permanente, consideraron indispensable que el Ejecutivo Federal implemente acciones concretas y eficaces que disminuyan el desperdicio de alimentos consumibles que podrían utilizarse para combatir el hambre y la desnutrición de nuestro país.
Insistieron en que se informe sobre la existencia de 64 bancos de alimentos que benefician a un millón 200 mil personas mediante el rescate de alimentos a lo largo de toda la cadena de valor, que va desde el campo y las empresas productoras y comercializadoras, hasta los supermercados transnacionales.
Flores Ramírez consideró indispensable garantizar la inocuidad de los alimentos donados a los bancos de alimentos, y que la Secretaría de Economía, a través de la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor, verifique y sancione el cumplimiento de la NOM 051-SCFI/SSA-2010, que obliga a indicar en los productos sujetos a comercialización, fecha de caducidad o de consumo preferente; para evitar que los beneficiarios de los bancos de alimentos ingieran productos caducos que afectan su salud.
Reiteró que los sectores involucrados deben impulsar programas para aprovechar al 100 por ciento los alimentos que se producen y beneficiar a la población más vulnerable con esta labor.
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