México está en posibilidad de colocarse a la vanguardia a nivel mundial en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad en materia de sitios subacuáticos mixtos, de obtener la incorporación, por parte de la UNESCO, de la reserva de la biosfera Banco Chinchorro, Quintana Roo.
La propuesta está a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), a través de la subdirección de Arqueología Subacuática, instancia que prepara ya la documentación conjuntamente con la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), a 15 años del programa de manejo de los recursos naturales de ese estado del sureste del país.
La arqueóloga Laura Carrillo Márquez, coordinadora de los trabajos del salvamento y conservación en esa zona, durante su participación en el IV Coloquio de Arqueología “Especialización en técnicas y enfoques recientes aplicados en la arqueología”, dio a conocer lo que sin duda es una excelente noticia.
El INAH establecerá los valores culturales con que cuenta la reserva de la biosfera, desde el punto de vista académico, para la sociedad en general y, además, determinará el tipo de manejo que se le debe dar al recurso.
El Chinchorro forma parte del sistema arrecifal mesoamericano que corre desde Honduras hasta los cayos de la zona de Campeche, se ubica a 30 kilómetros del municipio de Pompeyo Blanco y tiene una superficie de 144 mil hectáreas de las cuales sólo el 0.4 por ciento es tierra firme.
Los pescadores que viven de la captura del caracol rosado y la langosta, especies que se están agotando, tendrán la alternativa de adherirse al Plan de Manejo mediante visitas turísticas, especie de “paseos culturales” a la zona de los arrecifes donde se práctica el buceo regulado porque Banco Chinchorro es área natural protegida, reserva de la biosfera y de cristalizar la propuesta, el único sitio del Patrimonio Mundial de la Humanidad mixto, por sus componentes naturales y culturales.
Al respecto, desde 2006 se tienen registrados 69 sitios o yacimientos arqueológicos sumergidos (barcos, cañones, anclas, lastre, etc.) agrupados cronológicamente con vestigios de los siglos XVI , XVII y todo el siglo XIX, contando la etapa de los buques que utilizan diesel a partir de 1897.
De los yacimientos sobresale el denominado Cuarenta Cañones, por el número de piezas de artillería encontradas, aunque lamentablemente, ha sido víctima de frecuentes saqueos.
Lo más importante de alcanzar la nominación de la UNESCO, es que el Chinchorro contribuirá significativamente para México continúe recibiendo los beneficios de la derrama económica del turismo nacional e internacional, para paliar la crisis económica.
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