PEPE CAMARA
En un valioso análisis que ojalá permita a los padres de familia proporcionar una mayor atención a sus hijos, el Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG), de la Cámara de Diputados, señala que siete de cada diez niñas y niños mexicanos sufren diariamente algún tipo de acoso escolar como el ciberbullying; situación que nos coloca entre los primeros lugares en el mundo.
En la infografía “Ciberbullying”, precisa que algunas consecuencias de esta agresión, es la soledad, aislamiento, depresión y suicido .Los lugares donde mayormente se da, son instituciones educativas y recreativas.
En el país, 20 por ciento de estudiantes admite haber sido víctima de esta conducta que se manifiesta en redes sociales a través de la provocación, hostigamiento, denigración, humillación, suplantación, violación a la intimidad y exclusión.
No hace falta la fuerza física, sino factores como las redes sociales en donde el ataque es cognitivo, emocional y/o conductual, es decir, se ofrece anonimato al estar detrás de un dispositivo electrónico.
Hacer mal uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC´s), provoca nuevas formas de violencia entre pares, lo que induce hacia alteraciones a nivel social, familiar y académico.
Hay en el país 55 millones de usuarios de computadoras; 62 millones de Internet; 77 millones de teléfonos celulares, y 20 millones de internautas tienen menos de 18 años.
En su documento, el CELIG considera fundamental prevenir el ciberbullying desde el centro escolar, por medio de la atención a casos o sospechas de acoso; implementar programas de habilidades sociales, enfatizando el buen uso de Internet; observar el clima relacional en las aulas; impulsar charlas y clases de concientización, y pedir a padres, madres y tutores estar alerta de los síntomas.
Se requieren también programas, acciones y actuaciones para manejar las emociones, relaciones personales y aprendizaje de métodos no violentos para la resolución de conflictos y potenciación de la empatía.
Y en caso de sufrir ciberacoso o ciberdelito, que incluye chantaje, vejación, insultos y atentados contra la dignidad, se bloquee, elimine y denuncie ante la Policía Cibernética de la Comisión Nacional de Seguridad y de la Ciudad de México.
Recuerda el CELIG que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en sus artículos 13 y 59, fracciones I, III y IV, proporcionan las herramientas necesarias para combatirlo.
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