PEPE CAMARA
En un punto de acuerdo presentado ante la Comisión Permanente, el diputado de Movimiento de Regeneración Nacional, (Morena), César Agustín Hernández Pérez propuso que las secretarías de Educación Pública y la de Salud, apliquen, vigilen y evalúen políticas que permitan disminuir el consumo de alcohol en jóvenes y adolescentes que ha derivado en un severo problema de alcoholismo en los menores.
El punto de acuerdo precisa que la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) destaca cifras alarmantes: el consumo en los hombres aumentó 41 por ciento de 2011 al 2016, y en las mujeres fue de 250 por ciento.
“La edad de inicio también ha bajado en los últimos años, hoy se sabe que niños de 9 años han probado el alcohol, lo que es peligroso, ya que en los menores se activa con mayor facilidad un mecanismo que lleva al deseo de consumir estas sustancias y, de mantener esos patrones, se puede instalar la dependencia”.
Datos del Centro de Ayuda al Alcohólico y sus Familiares (CAAF) del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, de la Secretaría de Salud, registran que 63 por ciento de la población identificada en un estudio como consumidora de alcohol, son adolescentes y jóvenes de entre 12 y 24 años.
Las causas para iniciar este consumo son diversas, principalmente: curiosidad (29.4 por ciento), invitación de amigos (13.5 por ciento), experimentación (12.4 por ciento), problemas familiares (10 por ciento), influencia (9.4 por ciento), aceptación del grupo (4.1 por ciento), invitación de familiares (2.9 por ciento) o depresión (2.4 por ciento).
Hernández Pérez menciona que un Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), precisa: de todas las muertes atribuibles al alcohol, 28 por ciento se debieron a lesiones causadas por accidentes de tránsito, autolesiones y violencia interpersonal; 21 por ciento por trastornos digestivos;19 por ciento enfermedades cardiovasculares, y el resto enfermedades infecciosas, cánceres, trastornos mentales y otras afecciones.
El problema de alcoholismo en jóvenes, no es algo menor, constituye el grupo más vulnerable al encontrarse en etapa de desarrollo de su personalidad, capacidades físicas y psicológicas, y su sexualidad, de vital importancia para su integración social.
Urge tomar medidas porque las cifras de consumidores van en aumento, mientras la edad disminuye, y “hoy podemos encontrar niñas y niños de nueve años que prueban bebidas alcohólicas, situación alarmante y por la cual es necesario concientizar a los menores y a sus padres, sobre las consecuencias negativas”.
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