La política
La elección presidencial de Estados Unidos es para ese país; México no tiene porqué agarrar partido; pero lo agarró. Una mayoría de comunicadores, de artistas y otros se convirtieron en defensores de Hillary Clinton y enemigos declarados de Donald Trump. Desde el registro como aspirantes a la candidatura fue marcado Trump, como fascista, como instigador y vaticinaron que no pasaría de la primera ronda.
Donald habló con violencia; y eso gustó. Recriminó a los inmigrantes; y eso agradó. Discursos facciosos. Habló de nacionalismo, arremetió contra inmigrantes ilegales. Se lanzó contra mexicanos, contra los latinos. Y ofendió a muchos mexicanos y se convirtieron en enemigos declarados de Donald. Fue terrible la campaña contra él.
Y los que defendieron a Hillary la imaginan amante de México. Olvidan la frase del ex presidente estadunidense, “América para los americanos”, se denomina doctrina Monrroe. Y olvidan que un gobierno demócrata un gobierno republicano, son lo mismo, ahí no cambian de ideología ni de principios. Se alocaron los fans de Hillary.
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