El mundo cambia. Las estructuras de gobierno, jurídicamente se modifican. Los sistemas de partidos políticos son renovados y se crean instituciones paralelas como árbitros. Ahora hay una disertación sobre la vida jurídica, incluyendo el fuero de las Fuerzas Armadas de la Nación: Ejército y Marina. Surgió la controversia porque se alteró la vida y misión de los militares, enviados a la calle a combatir, como policías, a bandas de narcotraficantes y del crimen. Fue orden del Presidente Felipe Calderón. Y hay rebeliones internas.
Se reconoce más de 40 mil personas asesinadas, crímenes demenciales. Decapitaciones, cercenados o calcinados. Se registran desapariciones o muertes por acciones de militares o marinos. La Corte de México ordenó, acatando una sentencia internacional, juzgar en tribunales civiles a soldados o marinos. En delitos contra las garantías individuales, hay que modificar la Constitución. Aquí también se dejó el vacío de gobernar; debió mantenerse una relación y revisión permamente para cumplir con la justicia militar. Todo el el país a la deriva. Los militares demandan un marco legal que los proteja en acciones contra la delincuencia; porque ellos tienen otra misión y otro marco legal. Se ha trastocado la estructura del Estado. ¿No se sabe a dónde se va? ¿Qué va a pasar? No hay respuesta, hay incertidumbre. Rebeliones se han dado; se han acallado. Ante la renovación del gabinete que viene, el Presidente Calderón puede dar golpe de timón: ¡Ejército a los cuartéles y fuera la policía federal!
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