Los hechos sucedidos en Tres Marías, en su capítulo mil ocho mil, se están convirtiendo en un refrito, bastante chafa, de la Rosa de Guadalupe, de Difícil de Creer o de Rocío Sánchez Azuara y las cuatro ordenes de aprehensión en contra de mandos de la Policía Federal, dejan ver que, salvo los partidos de la fiesta grandes del “fucho” nacional, el “reiting” de los programas anda por la calle de la amargura.
Si fue emboscada, un “cuatro” o una equivocación, como que anda pasando a segundo término, ahora el chiste es localizar a los mandos pasados de rosca e imaginación; los “gabachos” andan que se les revienta el hígado porque unos aspirantes a productor de televisión armaron un escenario o stand muy pobrecito en Tres Marías.
No pensé que lo diría, en este caso, pero creo que los estadunidenses tienen harta mucha razón y más si, por fin, en Tepito lograron abrir los candados que tenían los videos tan promocionados por la titular de la PGR.
Digo, una cosa es que pretendan emular la producciones de García Luna y otra muy distinta que cuatro improvisados armen un set de bajo presupuesto en Tres Marías y si a eso le agregas que los “gringos” toleran un mal espectáculo, pero no una mentira, pues entonces ni dudar que, además, a alguno de los mandos le hagan manita de puerco sacándolo a balcón con que tiene una amiguita estilo Esteban Loaiza o el generalote de Pentágono.
Lo de la emboscada, ataque o equivocación ya fue, ahora es momento de pensar en dar un giro a la historia para mantener la atención del respetable, más aún si son aficionados a Chivas, Pumas, Cruz Azul o Morelia, y tan cerca del Teletón, pues no, no se pueden dar el lujo de perder televidentes.
Lo bueno es que como a todos nos agarraron en pleno nirvana personal con lo del Buen Fin y en fin de semana largo, pues el caso Tres Marías, la eliminación de Chivas, el divorcio de Martí Batres con el PRD y la quiebra de Aca, nos anda valiendo como que un cacahuate garapiñado. Cierro pico.
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