Si el propósito es echar al olvido la “desaparición” de Diego Fernández de Cevallos, como ha sucedido con el homicidio de la niña Paulette Gevara, los primeros pasos ya fueron dados y el caso toma cariz político.
En cuanto fueron iniciadas las pesquisas hizo hincapié el gobierno federal que el “Jefe” Diego no fue secuestrado y debía verse el suceso como una desaparición, sin más. ¿Con esta afirmación se quiso decir que está muerto?
Lo anterior coincidió en momentos en que el Presidente Felipe Calderón estaba por iniciar su viaje a Europa, -el sábado 15 anterior- el cual registró un retraso de poco más de una hora, sin advertirse el deseo de suspenderlo.
Luego sucedieron los titubeos del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de si iría o no al rancho La Cabaña, donde desapareció el polémico ex candidato presidencial. Y pareció simulada movilización policíaca al mismo lugar, sin el ímpetu que merecía el suceso.
Para el lunes siguiente ya se habían retirado los peritos y agentes federales de dicho rancho y en España manifestó Calderón que había hablado con los hijos de Fernández de Cevallos y estaban “firmes y fuertes”.
Lo sorprendente sucedió ese lunes, cuando López Dóriga dijo en su noticiario que Televisa ya no se ocuparía del caso hasta que sucediera el desenlace. Esta cancelación informativa denigra a la televisora y, según el sentir general, se debió a una orden del gobierno federal.
La sospecha es de algo grande se pretende ocultar. En Washington dijo el Presidente Calderón lo siguiente: “No hay evidencia de que esta situación esté vinculada con el crimen organizado, no hay evidencia de que se trata de un secuestro porque, de acuerdo con la investigación, no tenemos evidencia”.
¿Cómo saben tanto quienes dieron esa versión al primer mandatario en su enésimo viaje internacional? ¿Cómo supieron también que dos o tres individuos se “enjaularon” en el rancho del “Jefe” Diego y éste fue sorprendido por la espalda hasta hacerlo caer?
¿En qué basan tan hábiles investigadores que Diego alargó una mano para alcanzar las tijeras que siempre llevaba consigo y con ellas se lesionó al caer?
Más todavía: El coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, ideó una gran alharaca en la Comisión Permanente y de pronto fue suspendida, el miércoles pasada.
Por ello dijo el senador Ricardo Monreal, ahora del PT, que el Congreso debe pedir la rápida aclaración del desaparecido”, tras el silencio impuesto en la Comisión Permanente.
Si no fue secuestro, ni participó alguna banda del narcotráfico en el caso ¿qué sucedió entonces? ¿O qué se quiere ocultar y cuánto más le han informado a Felipe Calderón sus detectives?
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