Octavio Paz es un mexicano que fue reconocido por el mundo literario con el Premio Nobel de Literatura. Un escritor, un poeta. Un humano político. Fue un socialista activo. Como la gran mayoría en ciclo de juventud, se enrolan en los movimientos llamados de izquierda. Octavio, el político pensante y visionario fue crítico del sistema priista. Escribió Laberinto de la Soledad. De revisionista y hasta de traidor fue acusado por los socialistas. El priismo lo relegó y lo arrinconó. En el movimiento de octubre de 68 ocupaba la embajada de México en la India. Y renunció en protesta por le represión estudiantil. El Presidente Gustavo Díaz Ordaz recriminó “… Sólo es bueno escribiendo”.
Octavio Paz es un mexicano que enriqueció las letras mundiales, que de la poesía abrió espíritus y alimentó ilusiones y llenó de amor a los corazones. Pero abrió y enjuició los movimientos políticos de la fecha, donde florecía el socialismo, las izquierdas que ocultaron en cortinas de hierro las dictaduras sangrientas que ejercían. Lo denunció. Al final, Octavio Paz, después de su muerte no lo homenajearon. Están nombres en letras de oro, en recintos legislativos o culturales, pero no está el Premio Nobel de Literatura. Ahora, desde el Senado de la República van por la reivindicación de nuestro mexicano poeta y crítico.
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