Palíndromo

* Ley Mordaza en la ALDF
* Inhabilitados en Coyoacán
* Misión imposible para funcionarios

* EL DIPUTADO panista Federico Döring propuso la creación del Canal de Televisión en la Asamblea Legislativa del DF como antídoto a la censura amarilla, o sea, de los diputados perredistas que manejan la asamblea a su antojo y que el pasado 17 de septiembre, cuando el jefe de Gobierno rindió su informe del primer año de actividades, “en claro atentado contra la libertad de expresión y el derecho a la información”, silenciaron la transmisión de los posicionamientos de los partidos de oposición en las pantallas exteriores del recinto de Donceles y Allende y “sólo permitieron el del PRD”.

Para evitar otra tentación de censura, afirmó Döring, sería el Canal de Televisión citado. “Hay frecuencia, hay presupuesto y hay capacidad técnica”. Hay todo para este canal. Ahora sólo falta saber si hay voluntad de los perredistas.

* ADEMAS DE las constantes denuncias públicas que se han hecho contra la administración del delegado Mauricio Toledo, en Coyoacán, el contralor general del DF, Hiram Almeida, informó en la Asamblea Legislativa que la Contraloría destituyó a 30 funcionarios de esa demarcación y se suspendió por 90 días al director general de Administración, Eduardo Alfonso Vázquez. Los funcionarios destituidos también fueron inhabilitados, como en el caso del exsecretario particular de Toledo, Eduardo Ramírez Vallejo, quien se encuentra preso por cohecho y fue inhabilitado por 12 años.

La verdad es que Mauricio Toledo ha demostrado que es muy influyente en la filas del PRD y, a pesar de su mala administración en Coyoacán, ahí sigue y no hay quien lo llame a cuentas.

* ALGO PASO entre varios diputados perredistas en la ALDF, porque quieren reformar varios artículos de la Ley Orgánica y el Reglamento Interior de la Asamblea para que en las comparecencias de los secretarios del gobierno capitalino “protesten decir la verdad”. Los legisladores de esta iniciativa son: Daniel Ordóñez, Esthela Damián y Efraín Morales.

Aseguran que así se dotarán de certidumbre y transparencia los informes que rindan los funcionarios. Tienen razón, pero eso de que los delegados, jefe de la policía, procurador y otros de alto nivel de gobierno digan la verdad de lo que acontece en sus respectivos ámbitos resulta una misión imposible.