Para diversos transportistas de la Ciudad de México, existen 15 mil microbuses con grave fatiga en sus piezas que son un riesgo para los pasajeros que los abordan a diario, y que el aumento de un peso que les brindo el Gobierno capitalino, es insuficiente e impedirá la sustitución de estas unidades.
Francisco Carrasco, representante de 52 rutas y empresas del transporte, detalló que pese a la importancia que tiene el análisis del aumento al costo del pasaje al transporte, la autoridad capitalina sólo los recibió tres veces en los meses que se indica se dialogaba sobre este tenor.
Lamentó que no se acercarán a saber la realidad de los transportistas que pediía un aumento de 3 pesos, para así solventar la precariedad de las unidades, el salario de los choferes y la calidad del servicio.
Acompañado de Nicolas Vázquez, titular de la agrupación Nuevo Milenio y 12 rutas del transporte, se informó que los beneficios fiscales que el gobierno indicó es el gran plus para el transportistas en este reajuste de tarifas es una falacia y que sólo abona a la cultura del no pago, premiado a los contribuyentes morosos y castigando a quienes de manera puntual cumplen con sus obligaciones.
Explicando que el aumento de un peso, hace imposible poner en marcha nuevos corredores viales, lo que detendrá el proceso de modernización del sistema de transporte público concesionado y por lo mismo, la aspiración de tener tecnologías ambientales y de mejor calidad en las unidades.
Para los transportistas es evidente que el ajuste a la tarifa del transporte es una acción de emergencia y no un ajuste conforme a la realidad, pues las piezas para mantener funcionando las unidades han subido de precio, en próximos meses vienen otros gasolinazos y ello ahondará en lo precario del servicio a los usuarios.
Puso el ejemplo que diversas rutas y concesionarios están sobreviviendo en el día a día, sin esperanza alguna de cambiar sus unidades viejas que llegan en ocasiones hasta los 24 años de vida y que por citar los altos costos, ejemplificó que un motor a gas natural para un Microbus cuesta 150 mil pesos y una transmisión nueva para un autobús llega hasta los 250 mil pesos, cantidades que hoy nadie quiere invertir o tiene para gastar.
Todo ello, ahonda en lo dado a conocer en días pasados, por parte de Rafael Pacchiano Alamán, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien, informó sobre el próximo lanzamiento de una bolsa de 160 millones de pesos del Fondo de Cambio Climático para impulsar la sustitución de unidades de transporte de pasajeros, tanto a gas natural como a diésel de última generación.
Dijo que el criterio para seleccionar los proyectos será que garanticen la mayor reducción de emisiones de carbono y bajo contenido de azufre. Pero el problema y fracaso de esta política de SEMARNAT, deviene de una negociación en la cual, SEMARNAT no estuvo invitada a opinar, que fue el alza del costo al pasaje en la capital mexicana, que se registro en un peso, y que para los concesionarios de microbuses, autobuses y combis de la Ciudad de México es mínimo y se deslindaron de cambiar a nuevas unidades como el que se fomentará la chatarrización de unidades actuales.
Si bien el funcionario Pacchiano Alamán, se congratulaba de los 160 millones de pesos que brindará al transporte, cabría aclararle que un microbús de modelo actual a base de gas natural tiene un costo estimado entre 2.5 millones a 3.2 millones de pesos, es decir, que SEMARNAT trata de remediar el problema de calidad del aire de no sólo la capital, sino del país a base de apoyar a sólo la restitución de 58 microbuses.
Cabe señalar que el sector transporte representa el 35% de las emisiones de GEI en México, y que en sólo el Valle de México (Estado de México y Ciudad de México), se tiene presencia en microbuses, camiones y combis arriba de las 50 mil unidades, es decir que SEMARNAT sólo apoyará de este universo a 0.05% de las mismas para que sean nuevas unidades no contaminantes.
Lo cual, conlleva aun fracaso de esta política que es intrínseca en los planes de saneamiento automotor que se anunció en los proyectos de mejora de calidad del aire, que esta Secretaría como otras y la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), anunciaron hace unas semanas.
Por su parte, Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Asociación Mexicana del Transporte y Movilidad (AMTM) aseguró que los congestionamientos viales en el valle de México cuestan a la ciudad 60 mil millones de pesos anuales y más de 33 millones de horas hombre diariamente, lo que representa un serio golpe para la Ciudad de México (CDMX).
Padilla Zenteno planteó 4 ejes iniciales para mejorar la movilidad del país y la ciudad, comenzando por definir un esquema para absorber la diferencia económica de la modernización de las unidades de transporte público; contemplar incentivos fiscales para impulsar la formalización del gremio; establecer una política nacional tarifaria a partir de una matriz de datos y costos; y un último eje que ofrezca certidumbre terminal a cualquier proyecto de movilidad.
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