Es Rosario Robles Berlanga. Personaje de la literatura universal. Como Cumbres borrascosas. Y es también un personaje de la política nacional. Una vida sui géneris. Es un emblema femenino. Su vida es escalar a la cumbre. Y parodiando a Sísifo en su amor y la sentencia de la piedra de rodar al llegar a la cima. Es una alegoría. Es la expresión humana.
Mujer educada. Académica e ideológicamente. Militante del viejo Partido Comunista. Después militante del PRD. Luchadora aguerrida. Escaló y la cima alcanzó. Presidenta nacional del partido. Un día fue ungida titular del Gobierno de la capital del país. Jefa de Gobierno del Distrito Federal. Triunfo de mujer. Ensancha los caminos femeninos. Es el fruto de capacitación y superación. De izquierda frecuentemente intransigente.
Entre lo borrascoso. Entre su pasión salieron los enconos, las envidias. Y los ajustes. Tocó rodar de la cima. Salió del PRD. Y salió del mundo político. Se levantó. Pasajes de reflexión y maduración. Mejor política. Más humanista. La mesura y la alegría. Encontró un camino y la alternativa de servicio. Con Enrique Peña Nieto hoy Presidente Electo de México. Rosario lo reconoce. Lo celebra. Reivindicación.
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