EL BUZÓN
ALFREDO IBÁÑEZ
Al Presidente Enrique Peña Nieto cada día se le complican más las cosas en su administración, todos los días surgen nuevos problemas y las soluciones no llegan.
La crisis económica que padece el país se intensifica, la inseguridad pública está en su apogeo, ante ello las muestras de inconformidad social brotan de manera recurrente.
Viejos agravios que ha sufrido la población cobran vigencia y ante cualquier eventualidad salen a relucir los enconos contra las autoridades de los diversos ámbitos.
Las reformas estructurales emprendidas por el gobierno federal han quedado sepultadas por acontecimientos violentos como el asesinato de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, a manos de elementos del Ejército mexicano.
Otro caso más que definitivamente terminó con la actitud reformadora de Enrique Peña Nieto, es la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Sus presuntos logros que presumían tanto a nivel nacional como en el extranjero, han pasado a segundo término.
La reforma educativa está paralizada, no hay avances sustanciales; en materia laboral, la clase trabajadora sigue percibiendo mísero salario mínimo, de la energética ni hablar, no hay nada rescatable.
Peña Nieto y su equipo indicaron que bajaría el precio del gas y la luz, casi de inmediato, una vez que asumieran el poder, sin embargo, los precios de ambos energéticos siguen por las nubes en perjuicio de la economía de los consumidores, especialmente de los pobres.
Los problemas aumentan, no hay soluciones. Los colaboradores del Presidente se muestran erráticos, tal es el caso del Procurador General de la República, Jesús Murillo.
La desaparición de los 43 jóvenes estudiantes ha evidenciado que no está a la altura de las circunstancias, tan es así que en lugar de dar la cara y reunirse con los familiares de los normalistas, fue el propio Jefe del Ejecutivo quien lo hizo en días pasados, sólo que para informarles que no tienen noticias de su paradero, en suma que no hay avances, pues el caso sigue sin resolverse.
Con una investigación débil, gris, resultó perjudicial exponer al Jefe del Ejecutivo federal ante los familiares de los normalistas. Quien debió acudir al encuentro y exponerse a los reclamos es el titular de la PGR, él es quien lleva el caso y el responsable de ese asunto.
Otro Secretario más que ha sido rebasado por las circunstancias, es el de Educación, Emilio Chuayffet, el movimiento estudiantil del Politécnico lo puso en su lugar. Del político hábil de antaño, sólo la sombra queda, ahora los jóvenes estudiantes le marcan la agenda a seguir, le han demostrada decisión, fortaleza, disciplina y sobre todo unidad, características de las que adolecen en la SEP.
Los ánimos en el país se caldean y la fuerza del ejecutivo federal, así como su credibilidad tienden a debilitarse. La realidad que viven los mexicanos, ha superado ampliamente su estrategia mediática, encaminada siempre a mostrar otra realidad, distinta la que vive México.
alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
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