Opinión

Proyecto Camisea y sus repercusiones ambientales

POR: Nicolle Andrea Gamarra Soncco

Pontificia Universidad Católica del Perú

 “Nos están contaminando poco a poco ya no hay peces en el río y en vez de progresar nos estamos hundiendo cada vez más” son las palabras de Jhon Luna, regidor y poblador de Megantoni– Cusco, lugar donde ocurrió el último derrame de gas por el Proyecto Camisea y el último atentado contra el ambiente, 3 de febrero del 2018.

Según el portal del TGP, transportadora de gas del proyecto Camisea, “Camisea es el proyecto energético más importante del […Perú…] Y, consiste en la explotación, transporte y distribución de gas natural […] de una de las más importantes reservas de América Latina [, Camisea]”.

Con aproximadamente 18 años de funcionamiento, Pluspetrol Perú Corporation, Hunt Oil Company of Peru LLC, Tecpetrol del Perú SAC, SK Corporation, Sonatrach Peru Corporation SAC y Repsol Exploración Perú son los nombres de las compañías que se encargan de todo el procesamiento del gas natural y que, desde el año 2000, tienen una concesionaria de 40 años con el Estado peruano.

Desde el 2004, se han reportado 6 derrames de gas por este Proyecto Camisea y, según AIDESEP, Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, el año 2009, el Proyecto rompió el record en “desastres ambientales” por sus efectuados daños al ambiente, afectación a comunidades indígenas e, incluso, invasión a Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.

Desde el territorio, desde la población indígena y desde la atmósfera, el Proyecto Camisea ha causado destrozos en el ambiente; he aquí algunas cifras.

Desde el territorio

“Más del 70% del Lote 88 [lote que explota el Proyecto Camisea] se superpone [a] la reserva […]  de grupos en situación de aislamiento o contacto inicial […]. El resto del Lote 88 se extiende sobre tierras tituladas a las comunidades indígenas Segakiato, Cashiari y Tincumpia”

Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, 2014,  James Anay

Desde los inicios del Proyecto Camisea, este se ha ido expandiendo, situándose en reservas territoriales, bosques primarios, parques nacionales y áreas territoriales. Según la legislación peruana, muchos de estos espacios son protegidos y su ocupación ilegal. Sin embargo, este no ha sido un obstáculo para que el Estado permita concesionarias, Camisea se expanda y tenga interés de seguir explotando, incluso, en Parques Nacionales reconocidos a nivel internacional como el Manu.

Ubicado en el distrito de Megantoni, según Dourojeanni, profesor de la Universidad Agraria de la Molina, “uno de los mayores repositorios mundiales de diversidad biológica, […] y, probablemente, el distrito que tiene la mayor reserva de  hidrocarburos en todo el [Perú]”; este Proyecto comenzó con el descubrimiento y explotación del Lote 88.  Tras la perforación de más de 4 pozos exploratorios,  el Estado entregó la concesión de una reserva (Lote 88) de gas de más de 8,8 billones de pies cúbicos que, a su vez, era parte del 23,2% de la Reserva Territorial Nahua Kugapakori Nantii (RTKNN)

Cuatro años después, el Proyecto se expande al Lote 56, el mismo que se encuentra junto a los Kirineri, población en aislamiento voluntario altamente vulnerable. En ese entonces, este pertenecía a los “bosques primarios” conocidos por ser bosques vírgenes, nunca explotados y, por ende, con una gran cantidad de biodiversidad por sobre los otros tipos de paisajes.

Después de ese año, las exploraciones y explotación al territorio se han ido expandiendo hasta abarcar el Lote 57, 58, 76, 88 y 56. Es decir, el proyecto se encuentra explotando yacimientos y haciendo exploraciones en la actual Reserva Territorial Kugapakori-Nahua-Nanti, en parte de la Reserva Comunal Machiguenga y en parte de la Reserva Comunal Ashaninka;  las mismas que colindan con el Parque Nacional Otishi, Parque Nacional del Manu y el Santuario de Megantoni. Sin embargo, estos territorios colindantes tampoco están libres de la explotación.

Recientemente, el periódico británico The Guardian denunció las intenciones de expandir el área de explotación  del proyecto Camisea al Parque Nacional del Manu. Esto al tomar conocimiento de la existencia del Plan de Investigación de Exploración Geológica y Geoquímica de Superficies en el Parque Nacional Manú y su Zona de Amortiguamiento, documento mandado a realizar por Pluspetrol para descubrir yacimientos de hidrocarburos existentes en este parque.

“Manú es el hogar del 10% de las especies de aves del mundo, el 5% de todos los mamíferos y el 15% de todas las mariposas. […] La Unesco ha declarado al parque Patrimonio de la Humanidad y reserva de la biosfera, y dice que es más biodiverso que cualquier otro lugar en el planeta” sostiene el prestigioso periódico.

Sin embargo, estas no son las únicas cifras alarmantes. Y es que, con la expansión de este Proyecto, se multiplican los atentados a comunidades indígenas y a PIAV, Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.

Desde la población indígena

“Un ejemplo trágico es el de los Nahua, uno de los pueblos indígenas que viven hoy en día en la reserva. En mayo de 1984 estaban viviendo en «aislamiento voluntario» cuando entraron por primer vez en contacto directo [con trabajadores de la empresa Shell (anterior concesionaria de Proyecto Camisea)] en tan solo unos meses la población Nahua quedó reducida a menos del 50%”

Afirma Conrad Feather, antropólogo británico

El primer atentado a comunidades indígenas, y conocido como “caso emblemático”, fue el de los Nahuas, población en contacto inicial.

En las primeras etapas del proyecto, sostiene Servindi, Servicio de Comunicación Intercultural, “el pueblo Nahua […] vivió un devastador primer contacto con la empresa petrolera Shell. […ya que…] cerca de la mitad (50%) de la población murió a causa de diferentes epidemias”. Estas, ocasionadas por el contacto que se tuvo con los forasteros, terminaron por propagar rápidamente enfermedades e infecciones respiratorias entre todos los pertenecientes a la etnia y termino con la vida de muchos de ellos.

Treinta años después, el Proyecto Camisea protagoniza nuevamente un atentado a esta comunidad.

El informe titulado El Análisis de Situación de Salud del Pueblo Nahua de Santa Rosa de Serjali en la Reserva Territorial Kugapakori Nahua Nanti y Otros reportó que, de 150 muestras  tomadas a los Nahuas entre el año 2014- 2017, el 78% poseía “altos niveles de mercurio”. Dado por el Ministerio de Salud, el informe presenta dos posibles explicaciones entre los que está el Proyecto Camisea: “El mercurio se encuentra muy extendido en diversas cantidades en sedimentos y rocas sedimentarias, así como en capas selladas que, en algunos casos, pueden contener combustibles fósiles; estas capas retienen el mercurio, de modo que su concentración es alta”. De la misma manera, el PUNMA corrobora que la extracción de combustibles fósiles como el gas emite mercurio al afirmar que estos combustibles fósiles “contribuyen significativamente a las liberaciones de mercurio al medio ambiente mundial”.

Según este informe, “debe tomarse en cuenta que en las actividades de exploración en el lote 88, que incluye exploración sísmica 3D en la parte norte de la RTKNN, se vienen desarrollando actividades de perforación en el yacimiento Kimaro, uno de cuyos pozos se encuentra ubicado muy cerca de la confluencia de la quebrada Bombinsana con el río Serjali que a su vez desemboca en el Mishagua precisamente en el lugar donde se encuentra Santa Rosa de Serjali”, lugar donde viven los Nahuas.

Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., el mercurio  puede causar ansiedad, apatía, tuberculosis, depresión, falta de memoria, alucinaciones visuales, ataque al corazón, arritmia, úlceras, erupciones en la piel y llevar hasta la muerte a una persona. Terminadas las investigaciones, Daniel Dixpopidiba Shocoroa y Ruben Yuradahua Shur, jóvenes nahuas, fallecieron. Según el medio de comunicación regional Gaceta Ucayalina, murieron el 21 de tuberculosis pulmonar, consecuencia de la contaminación por mercurio.

Desde la atmósfera

“El gas natural ha sustituido al petróleo y a la hidráulica en la matriz energética del sector […]  peruano.”

Osinergmin, Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería

La última de las cifras de Camisea se basa en los recursos, sin los cuales este y muchos proyectos no existirían: el gas y los combustibles fósiles. Según el Ministerio del Ambiente, actualmente, estos son causantes de 3 360 unidades de emisiones de gases de efecto invernadero en Perú y son los principales causantes del cambio climático.

Durante los últimos años, Perú ha estado viviendo un Boom Gasífero, en el que este recurso ha reemplazado al petróleo y a otros combustibles fósiles “altamente contaminantes”. Conversamos con Edwin Mansilla, secretario del Consejo Regional de Cambio Climático del Cusco y entre los principales sustentos a esta medida sostiene las grandes reservas de gas que Perú posee en la Amazonía y, además, el optar por este combustible para “cumplir con compromiso que todos los países están asumiendo para mitigar en Cambio Climático“.

Incluso, otros entes nacionales como Osinergmin, Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería sostienen este argumento en el informe «El Proyecto Camisea y la Mitigación del Cambio Climático en el Perú», y sitúan al Proyecto Camisea como el que contribuye a “la lucha mundial contra el cambio climático y la preservación de la calidad ambiental”

Sin embargo, ¿será esto realmente cierto?

“Aunque el gas natural arde de forma más limpia que el carbón, un nuevo estudio afirma que si se reemplazaran todas las centrales eléctricas de carbón por gas natural, la reducción del calentamiento global durante este siglo sería mínima” sostiene el físico Nathan Myhrvold y Ken Caldeira, del Instituto Carnegie para la Ciencia de Stanford, California (Estados Unidos).

“El estudio calculó la evolución del calentamiento en un escenario con gas natural, lo que dio como resultado temperaturas entre 17 y 25 por ciento más bajas que si se siguiera con carbón” sostiene el físico. Sin embargo, prosigue el informe, “la reducción del calentamiento fue más radical al cambiar a energías como la nuclear, eólica o solar. La reducción del aumento de temperatura fue de entre 57 y 81 por ciento.”

El proyecto Camisea se sigue expandiendo y, con él, sus cifras también. Hoy en día, está costando el 23,2% de la Reserva Territorial Nahua Kugapakori Nantii (RTKNN), la Reserva Comunal Machiguenga, la Reserva Comunal Ashaninka, el Parque Nacional Otishi, el 78% de la población en contacto inicial Nahua, miles de emisiones de gases de efecto invernadero y, próximamente y probablemente, el Parque Nacional del Manu. Las cifras y los efectos son estos, ¿qué estamos esperando para repensar Camisea y, al igual que este, muchos proyectos de combustibles fósiles?

 

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