Rafael Cienfuegos Calderón
Para atacar la corrupción, que se alimenta de la impunidad, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo planteó tres ejes: que la labor de la auditoría gubernamental se mantenga al margen de consideraciones políticas y partidarias, atacar de raíz los problemas económicos, el ejercicio del gasto, de diseño del presupuesto y las áreas de opacidad, porque no hacerlo impide avanzar en la lucha contra este flagelo, y que se completen los nombramientos que están pendientes en el Sistema Nacional Anticorrupción.
En el foro “Lucha Anticorrupción: la Experiencia Internacional” que organizó la Cámara de Diputados, destacó que el papel del Poder Legislativo en el combate a la corrupción tiene gran importancia porque elabora y emite leyes que deben integrar, en su definición, el insumo que ofrecen la fiscalización superior y las otras instancias que integran el Sistema Nacional Anticorrupción.
Subrayó que en la actualidad, el ejercicio de la fiscalización superior enfrenta desafíos derivados de la existencia de un sector público que tiene una naturaleza cambiante y compleja.
Colmenares Páramo mencionó que para que la Auditoría Superior de la Federación cumpla sus atribuciones y su rol dentro del Sistema Nacional de Anticorrupción, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó mejorar la contribución de la auditoría de gobernanza pública mediante la identificación de vulnerabilidades estructurales en los sistemas de control interno y de gestión de riesgo de las entidades auditadas, que propician casos de fraude y corrupción.
En su opinión, es importante conocer lo que realizan otros países en la lucha anticorrupción porque la información, prácticas y conocimiento diseñados en otros lugares, constituyen una referencia invaluable para fortalecer las estrategias en esta materia.
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