LA INFORMACIÓN que leímos en un diario capitalino nos hizo recordar a los grupos ciudadanos que, quizá con buenas intenciones al principio, después degeneraron en abusos contra los ciudadanos y fueron desaparecidos por las autoridades como por arte de magia. Nos referimos a los agrupamientos civiles, llamados “Brigada Ciudadana” y “Agentes Viales”, que integraban personas para colaborar con labores de vigilancia en la vía pública, en materia de tránsito, y de observadores en las calles y fuera de las escuelas para cuidar a la juventud, alertando de cualquier peligro. Ahora nacen los “Observadores Voluntarios de Tránsito”.
ESTOS GRUPOS se convirtieron en una verdadera amenaza para la ciudadanía, principalmente para los automovilistas, quienes las noches de los fines de semana temían encontrarse con los “agentes viales”, que portaban uniformes de color azul y blanco y conducían potentes y modernas motocicletas para perseguir a los supuestos infractores al reglamento de tránsito.
LOS DE LA Vial, como los conocía la gente, organizaban “retenes” para inspeccionar automóviles y someter a los conductores de vehículos automotores a minuciosas revisiones y a denigrantes pruebas para certificar que no iban en estado de ebriedad.
ESTAS VIGILANCIAS, realizadas por ciudadanos voluntarios que no obtenían ningún sueldo y lo hacían de manera honoraria, fueron las “abuelas” de lo que ahora hacen las autoridades con los retenes para investigar a las personas que, para los patrulleros de la Secretaría de Seguridad Pública, son “sospechosos, y del alcoholímetro, en el que se hace la prueba del “chupómetro” para evitar que los borrachos manejen su coche y provoquen accidentes en los que pueden perder la vida y causar la muerte de personas inocentes.
LOS DE LA Vial, con el tiempo se convirtieron en sujetos arbitrarios y corruptos y después de casi diez años de permanencia en las calles de la ciudad las autoridades decidieron acabar con este grupo que se había convertido en un problema para los capitalinos.
EN TANTO, LOS de la Brigada Ciudadana fueron personas de diferentes estratos sociales, principalmente comerciantes, que tenían tiempo suficiente para colaborar con las autoridades y recibieron sus credenciales como agentes judiciales honorarios para denunciar actos arbitrarios de la autoridad y para cuidar la seguridad de niños y jóvenes, fuera de las escuelas.
PERO IGUAL QUE los de la Vial, se convirtieron en un problema por sus abusos y las autoridades decidieron acabar con el grupo, aunque algunos le tomaron cariño a la actividad investigadora y la representación de la ley y se enlistaron en las filas de la policía judicial del DF. Varios de ellos llegaron a ser jefes de grupo y hasta comandantes y por ahí siguen en la PGJDF.
AHORA LAS AUTORIDADES capitalinas nos recetan la actividad del grupo bautizado como “Observadores Voluntarios de Tránsito” que podrán, entre otras cosas, reportar problemas de vialidad en la ciudad, corrupción de policías, vehículos mal estacionados y cruceros conflictivos.
TAMBIEN, SEGUN indica la información, se invita a los ciudadanos que cubran los requisitos, a formar parte de este grupo que, en principio, se formó por personas mayores de edad que pertenecen a diferentes organizaciones civiles, a empresas comerciales y a diferentes ramas de la industria. No se publicó ninguna convocatoria. El grupo representa sólo a una parte de la sociedad capitalina; igual que en la forma que dio origen a los anteriores grupos de voluntarios, esos de los que recordamos en este espacio de Mi Ambiente. Ojalá que ahora sí se cumpla el propósito para el que se pensó en este programa ciudadano.
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