El pasado miércoles 20 de abril, en el complejo petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz, ocurrió una explosión, la cual cobró más de 20 vidas de trabajadores en dicho recinto y cientos de heridos en las horas posteriores al suceso, siendo la causa probable una fuga y que se desconoce el motivo de la misma.
Sin embargo México ha sido testigo de percances significativos en el pasado; dos accidentes considerados dentro de los 10 peores desastres industriales de la historia; el primero en 1984 cuando en el Estado de México, una fuga de combustible ocasionó varios estallidos en la planta; un segundo, cuando en 1992 en Guadalajara también por una fuga, explotó un sistema de alcantarillado, esto sin mencionar la cantidad de sectores y empresas que podrían padecer detenimientos en sus operaciones al tener accidentes que puedan poner en riesgo vidas humanas y el renombre de la empresa.
Este desconocimiento y mantenimiento deficiente de sistemas de tuberías, tanques, recipientes a presión, además de otros equipos de petróleo y gas, constituyen uno de los riesgos latentes para la salud y la seguridad de la población en general, el personal de la empresa y el medio ambiente. Siendo las regulaciones y estándares de seguridad importantes para las organizaciones en la búsqueda de garantizar, a través de procesos, la seguridad, excelencia y rentabilidad de los materiales, declaró Angélica Pérez, Directora de Servicios Industriales de TÜV Rheinland de México.
Indicando que los riesgos potenciales en la industria son diversos y ello deriva en que se requieren de trabajos no de remediación, sino de prevención de accidentes, esta empresa dio a conocer que se tiene que tener conciencia en relación a atender aspectos puntuales como es el:
Daño mecánico: generalmente ocasionado por golpes a la superficie de los equipos.
Corrosión externa que ocurre generalmente en áreas en que la capa protectora exterior se ha perdido o ha sido dañada o por la ubicación de las tuberías en un ambiente externo altamente corrosivo sin la adecuada protección.
Pérdida de apoyo del terreno en el que se apoya la tubería o los equipos puede estar sometido a movimiento debido a eventos sísmicos, hundimientos, desplomes de terreno, inundaciones y canalización natural.
Fatiga de la tubería puede estar sometida a torsiones o tensiones durante la construcción o tener defectos de material o de construcción.
De ahí que la seguridad de la industria tiene que ser intrínseca en el funcionamiento de las empresas, y se detalló que el último reporte (2015) de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), la producción de petroquímicos en México fue de más de 11 mil 200 toneladas, por lo que cobra mayor importancia poder garantizar la condición óptima de los equipos y sistemas de transportación de los mismos.
Cabe mencionar que existen diferentes certificaciones que se otorgan por parte de los organismos correspondientes, que se basan en normas mexicanas y extranjeras; una de ellas es la NOM-020-STPS-2011 que refiere a la regulación de recipientes sujetos a presión, recipientes criogénicos y generadores de vapor o calderas y se realizan mediante una prueba llamada “Ensayos no destructivos”, con la que se verifica la calidad y diseño para equipos sometidos a presión cuenten con una adecuada vida remanente y cumplan con los requerimientos de estándares, códigos, especificaciones de materiales y protocolos nacionales e internacionales.
De acuerdo con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), los ensayos no destructivos se practican al material de un equipo y/o a sus uniones, que no alteran de manera permanente sus propiedades físicas, químicas, mecánicas o dimensionales; los recipientes sujetos a presión se clasifican en tres categorías dependiendo el tipo de fluido que contienen, a los kilopascales (kPa) de presión de calibración en su dispositivo de relevo de presión y el volumen que manejan.
Para apoyar la seguridad de los equipos y tuberías – además de las normas mexicanas – se realizan inspecciones con inspectores certificados como Inspector en Soldadura [CWI, por sus siglas en inglés], otorgada por la Sociedad Americana de Soldadura [AWS, por sus siglas en Inglés], es una acreditación de competencia ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional en la industria de la soldadura; que considera la inspección desde la fabricación, almacenamiento, distribución, instalación y vida útil de las tuberías y equipos.
Todas estas medidas con dos objetivos principales: el primero salvaguardar la integridad física de millones de habitantes en nuestro país y como segundo, asegurar la industria que según el más reciente reporte de la ANIQ, México exportó más de 1 millón 300 mil toneladas de petroquímicos.
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