El actual modelo capitalista ha entrado en crisis y no se descarta una salida similar a las acontencidas en las épocas previas a las dos grandes conflagraciones bélicas del siglo XX, advirtió el doctor Alfredo Jalife Rahme, al participar en el Congreso Mundial de Excelencia Científica, que tiene lugar en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El especialista en relaciones internacionales y en geopolítica señaló que “así sucedió con la primera y la segunda guerras mundiales y cada vez que el modelo entra en crisis la solución ha sido la guerra, porque la maquinaria bélica de Estados Unidos es de tal magnitud que no pude detenerse, “tiene que seguir produciendo”, por lo tanto, “sí corremos el riesgo de entrar en una grave crisis financiera que podría desembocar en una tercera guerra mundial”.
Al dictar la conferencia Situación geoeconómica y política militar de China, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México dijo que este país ha crecido desde los años ochenta entre nueve y 12 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras que en los últimos 30 años, México “prácticamente no ha crecido”, lo que “demuestra que el modelo neoliberal no ha servido”.
La diferencia entre México y China es que ese país “no enloqueció y no abrió su economía “a tontas y a ciegas como hicimos en México. Además, al igual que ha hecho Brasil en los últimos años –añadió– China priorizó el ahorro interno, de manera que “el ahorro del PIB de China está por arriba del 40 por ciento”.
El investigador advirtió que en México “ya empezó la fuga de capitales hacia Madrid” y explicó que Banca Santander y BBV manejan el 42 por ciento de los créditos en México y más del 36 por ciento de los depósitos del país, por lo que una fuga de capitales tendría graves consecuencias.
Tras señalar que el único país del mundo que no tiene un sistema crediticio es México, dijo que más del 90 por ciento de la banca en el país es foránea; la solución sin embargo no es la nacionalización de la banca, sino contar con un sistema de crédito propio. Ahí también radica el éxito de China, país que ha desarrollado una política muy inteligente “abriéndose en lo que les conviene, por ejemplo, en transferencia de tecnología”.
Al referirse a la crisis del sistema financiero mundial dijo que éste sólo se cambia mediante las guerras; “quien gana las guerras impone su modelo”. Esta guerra “ya la estamos viviendo de manera subrepticia”, donde domina la “bancocracia”, pues las finanzas dominan la economía real, y la clase política se encuentra totalmente ausente de estos procesos.
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