Inútil discusión sobre la denominación de la iniciativa que mandó al Congreso el Presidente, Enrique Peña Nieto. Que no es hacendaria o que es ley recaudatoria o miscelánea fiscal, es intrascendente. Se ha desatado una de las más grandes y rudas campañas contra el gobierno. Con millonaria suma de dinero. Como la industria refresquera en periódicos, radio y televisión. Los empresarios, la Coparmex, también arremete.
La oposición, como la tribu ´perredista que encabeza la senadora Dolores Padierna, exigió que ante las tragedias, de miles de familias, por ciclones, el gobierno debía suspender la difusión e información de las reformas estratégicas, como la hacendaria y la energética. Le ataron las manos. Pero ellos, el grupo padiernista, atacan las reformas, los panistas han tomado las calles y los mítines vociferando contra la iniciativa hacendaria. Es abuso, amarrarlo y pegarle.
El Presidente Enrique Peña Nieto lo sabe. Y asume el reto, el riesgo y el precio político. Ha repetido. Que no piensa en la popularidad. Piensa en un México nuevo. Las reformas. La educativa, la de telecomunicaciones, la financiera, la hacendaria, la energética. Y otras. Son la renovación jurídica. Que perfecciona y dictamina el Congreso. Por los legisladores, que son la verdadera representación nacional. Con las reformas el futuro de México será mejor. Y reconoce que la economía no va bien. Va a mejorar, sostiene.
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