La violencia armada, en donde mueren civiles, inocentes, mexicanos y hasta algunos extranjeros, de EEUU, es un fenómeno, que como terremoto y tempestad, estremece a México. Rebasa las fronteras. Afuera, hablan de la violencia mexicana, César Gavira y altos funcionarios estadunidenses. En grado extremo lo hizo Joseph Westphal, subsecretario del Ejército, dice que los narcos en México buscan “tomar el gobierno” y alertó que podría enviarse soldados de EEUU a combatir los cárteles mexicanos “sobre nuestra frontera”. Janet Napolitano, jefa de Seguridad Nacional de ese país, ante legisladores gringos advirtió ¿Qué ocurriría si Al Qaeda se une a los zetas mexicanos.
Al Gobierno de Barak Obama, con todo y su premio Nobel de la Paz, no se preocupa de los 35 mil mexicanos asesinados por la violencia de bandas del narco y crimen organizado. Se preocupa por algunos estadunidenses muertos en suelo mexicano. Pero, por encima de todo, le angustia pensar que esas bandas y su violencia sangrienta se meta a su territorio. A Obama y su gente de gobierno le aterroriza que desde México, terroristas de Al Qaeda, junto con los narcos, pasen a EEUU a realizar atentados terroristas.
En las valoraciones de lucha anticrimen y contra el narco, ha fallado el gobierno mexicano, de Felipe Calderón. A pesar de sus informes de detenciones y de caídos en el combate, la violencia y víctimas crecen. No olvidar que hay un acuerdo México-EEUU de apoyo. Obama y sus inmediatos: Hilary Clinton, Napolitano y otros altos mandos y el mismo Presidente Obama, lo primero que hicieron, llegando al gobierno, fue viajar a México y tener una cadena de reuniones con el Presidente Calderón. Y no fue para saber si dormían bien; por el contrario, no dormían bien, porque el centro de inteligencia gringa contaba con informes y documentación muy grave de la acción violenta de las bandas mexicanas. ¿Y de qué ha servido? De nada. Ah, pero los miles de mexicanos muertos, aumenta. Los gringos también han fallado. Son armas de contrabando, la corrupción de aduanas de México, matan. Y hoy son peligro para EEUU. México está desangrándose. Ellos también desmontaron un país y un sistema nacionalista. Y de paz. Muy malos augurios.
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