Marcelo Ebrard
La crisis que se asoma en la economía de los Estados Unidos ha puesto más que nervioso a todo el gobierno mexicano. Así, sin más trámite, el discurso oficial abandonó el optimismo de los últimos meses, para instalarse en el terreno de la preocupación y en el llamado a la calma Y no es necesario ser un experto en economía para entender lo que sucede. Poco a poco, en las últimas semanas, la realidad se ha empeñado en demostrar que todos los cálculos hechos desde el poder, se han venido por tierra, con todas las consecuencias que ello representa. Así, el nerviosismo oficial inició cuando desde las instancias oficiales se tuvo que reconocer, que la inflación había rebasado ya los límites que se habían marcado como punto máximo para el final del año.
Del mismo modo, las cosas se descompusieron aún más, cuando se anunció, de manera oficial, que el país había alcanzado una tasa de desempleo como hacía 20 años no se veía. Y si esto fuera poco, el propio gobierno se vio en la necesidad de aceptar que el ingreso había retrocedido un buen tramo, dejando a las familias mexicanas en una posición poco alentadora. Así, la crisis que se enfrenta en los Estados Unidos simplemente se convierte en una abierta amenaza para nuestra economía. Si no hay una solución aceptable para Washington, México tendrá muchos más problemas de los que se quiere reconocer. Justo en los momentos en que el país inicia sus tiempos electorales con miras a la renovación del Poder Ejecutivo… De cualquier manera, el problema financiero no interrumpe la batalla por el poder. Y en este terreno, habrá que tener muy en cuenta las declaraciones de la señora Elba Esther Gordillo en la prensa española, mediante las cuales no hace sino mantener su beligerante posición ante los grupos de poder.
Y en esta ocasión la parte más visible es la forma en que la maestra deja en claro que en su momento, pasará las facturas a todos aquellos que decidieron no mantener los acuerdos sellados. Así, ya había colocado a Miguel Angel Yunes contra la pared, sin abandonar la idea de acabar con el veracruzano. Había también ya roto lanzas con Jorge Castañeda, quien deberá esperar más adelante, nuevos ataques desde las trincheras de la profesora. Pero el golpe que más ha llamado la atención, por inesperado, es el enviado a Marcelo Ebrard. La señora Gordillo convirtió al titular del gobierno del Distrito Federal en su “favorito”, a sabiendas de que con ello, lo que hacía simplemente, era destruir mucho de su respaldo político y social. La señora Gordillo obligó al señor Ebrard a declararse fuera de la órbita de la dirigente sindical, a ubicarse en la izquierda y con ello, colocar entre las fuerzas no de avanzada, a la señora Gordillo y a buscar protección política, mediante definiciones poco inteligentes por cierto, antes de que los costos de su relación con la profesora fueran demasiado altos.
La señora Gordillo sabe que Ebrard poco le puede aportar ya que difícilmente alcanzará la Presidencia de la República. Pero al obligarlo a definirse, sabe también que no necesita desperdiciar esfuerzos en una alianza en la que el beneficio sería para Manuel Camacho y no para ella. La señora Gordillo entiende que su posición no es la más sólida, y lo que hace es simplemente, ubicar a sus verdaderas aliadas… Pobres, por decir lo menos, los resultados alcanzados en el examen a los futuros maestros. Y el problema es doble. Por un lado, los que lograron ser aceptados habrán de ser todo, menos los profesores que requieren los infantes. Y los que fueron rechazados quedarán, como en la UNAM y el IPN, en el lado de los resentidos, con todo lo que ello significa. Y todo por no tener una política educativa realmente de largo alcance… Después del accidente en la construcción del segundo piso, la plataforma electoral de Marcelo Ebrard está a la vista y no es nada atractiva: nada de transparencia y nada de rendición de cuentas. Y con ello, el jefe del gobierno del DF alcanza a Ernesto Cordero, que ha propuesto ya los famosos seis mil pesos para los gastos familiares en México y ahora complemente la oferta con su alianza con Javier Lozano, quien tendría que ser presentado como el sucesor en el caso de que el hoy titular de Hacienda llegara a Los Pinos.
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