Rafael Cienfuegos Calderón
El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, coincidieron en que hay tanta madurez y responsabilidad en los jóvenes que no va a ser fácil que intereses ajenos puedan montarse en el movimiento (que llevan a cabo en exigencia de seguridad) para desestabilizarlo.
Hay que procurar la estabilidad de nuestra Universidad, expresó Graue, en tanto que López Obrador propuso diálogo, diálogo y más diálogo.
En la reunión que sostuvieron en la Casa de Transición del gobierno electo, López Obrador pidió confiar en las autoridades de la universidad, no caer en ninguna provocación, no aceptar la violencia y optar por el diálogo como la única vía para resolver el conflicto que vive la UNAM.
Solicitó que se actúe por la vía legal, como se está haciendo y no permitir (que el movimiento) se contamine con intereses ajenos que nada tienen que ver con la institución y su vida académica.
“Los jóvenes se manifestaron porque quieren justicia, que se termine lo que está sucediendo, pero otro tipo de demandas con diferente propósito no funcionarán porque ellos no serán presa fácil de la manipulación”.
A su vez, el rector le hizo saber que el movimiento estudiantil que de manera legítima están impulsando los jóvenes contra la violencia en la UNAM es una demanda justa, y están actuando con mucha responsabilidad.
Demandó que no haya encubrimiento, que se castigue a los responsables de la agresión contra estudiantes manteniendo la autonomía de la universidad, y anunció que las medidas contra el porrismo y la inseguridad se tomarán con la participación trabajadores, estudiantes y profesores.
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