Dos columnas son la fuerza del gobierno. La económica y la social. Es la política. Con ella el Presidente Enrique Peña Nieto ha sacudido el país. Hasta jurídicamente. Muchas letras y muchas leyes. Son garantías. Pero no dan empleos. No son producción. No dan ingresos. No llenan bolsillos para la comida. El actual gobierno camina sobre una columna. La otra columna la económica es inversión gubernamental y es obra pública. Nada hay de eso.
Sólo la explosión en el edificio de PEMEX obligó a hacer un gasto extraordinario, incluyendo el pago de indemnizaciones. Eso es igual a nada. No hay inversión, no hay obra pública. Y eso significa atonía. O sea la frase popular “No hay lana”. ¿Qué pasó Presidente Peña Nieto? La Ley de Víctimas fue aplaudida. La Reforma Educativa, es revolucionaria y visionaria. En marcha está la reforma energética, la de Telecomunicaciones y otras. El nuevo Ejecutivo va a cumplir 100 días y acostumbran celebración. ¿Qué celebrar de empleo, inversión y alimentos?
Mucha política. Que llevó el Presidente al viejo PRI a sacudirlo y renovarlo. Se borró la hipocresía. De la llamada sana distancia. Hoy el mandatario es militante y ejerce el liderazgo, al frente de la Comisión Política. Convoca al priismo nacional a transformar México. La conducción es de César Camacho Quiroz, como presidente nacional del partido. Políticamente va con diez. Económicamente, en inversión, hay faltante. Jorge de la Vega, el político octogenario, felicitó a Peña Nieto, diciendo que es un hito de la historia.
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