La lucha por el poder entre los panistas del Estado de México sigue en ascenso. El grupo de los Bravo boy logró quitarle, momentáneamente, la dirigencia estatal y la coordinación de los diputados al grupo Tlalnepantla, encabezado por Ulises Ramírez.
Se espera que este martes el congreso mexiquense le tome formal protesta a Enrique Vargas, quien “se autonombró” líder de los legisladores azules.
La diputada Annel Flores, del equipo de Ulises, precisó que Octavio Germán, dirigente del PAN estatal, no les informó del cambio de coordinador, como legalmente está obligado, sino que fue una decisión unilateral.
El problema aún no termina, aclaró, pues falta la sentencia del Trife, la cual confió, favorecerá a Oscar Sánchez, y en consecuencia tiene la facultad para nombrar a Ulises Ramírez como coordinadores de los legisladores del PAN en el Congreso local.
La pugna subirá de tono pues a decir de algunos integrantes del grupo Bravo Boy, la intención final no sólo es quitarle a Ulises Ramírez, la dirigencia estatal y la coordinación de los diputados, sino debido a su cercanía con el PRI, orillarlo para que abandone las filas de Acción Nacional. Ese es el objetivo final para concretar sus ambiciones de grupo.
El gobierno de la Ciudad de México, que encabeza Miguel Ángel Mancera, sufre notable desgaste, ha ejecutado acciones que impactan el bolsillo y la tranquilidad de la población, por lo que crece el desencanto entre los capitalinos.
El alza al precio del pasaje no fue bien visto sobre todo porque prometió primero mejorar el parque vehicular; sin embargo, cedió a las presiones de los concesionarios quienes siguen maltratando a los pasajeros y con unidades viejas y peligrosas.
Mancera tolera el desbordamiento del ambulantaje lo mismo en las calles, así como dentro y fuera de las instalaciones del Metro, lo cual genera malestar e inseguridad, entre los comerciantes establecidos y los pasajeros que usan ese medio de transporte. Otro caso más, el retiro de las playas artificiales tampoco cayó bien a la población de menores ingresos.
Si efectivamente implicaba enorme derroche de dinero, pero sobre todo de agua, como Mancera argumentó, para cancelarlas, por qué entonces su gobierno no frena los desarrollos inmobiliarios en zonas como Santa Fe, donde se consumen millones de metros cúbicos del vital líquido y orillan a la escasez a colonias aledañas.
Recientemente el delegado en Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, dio a conocer que 200 mil habitantes, de esa demarcación sufren de escasez de agua, porque los pozos están secos.
Si ese menester no le correspondiera, el tema del crecimiento urbano sí. Rubalcava indicó que sólo en este año se van a concretar en Santa Fe más de 30 desarrollos, lo que implicará la creación de cerca de 5 mil viviendas. Eso genera excesivo consumo de agua, más que las playas, y Mancera de ese tema no dice nada.
Comentarios Cerrados