Por Arturo Álvarez del Castillo
El tiempo vuela: hace una semana que finalizó el mundial de futbol de Rusia, aquello es historia, una sucesión de vivencias, de hechos nostálgicos de lo que ocurrió sobre las canchas de los estadios mundialistas, la temprana eliminación del campeón Alemania y el despido de otros grandes como Argentina, Uruguay y Brasil. La desilusión del equipo mexicano que nos hizo soñar y finalmente la coronación del equipo afro europeo de Francia que doblegó a la admirable Croacia.
Volvemos a nuestra realidad, los integrantes de la Selección de México regresan a sus equipos, los que participan en clubes europeos seguirán luchando por conservar una plaza. Son los de la llamada “mejor generación de futbolistas mexicanos de la historia”, en opinión del capitán Andrés Guardado.
Hay que reconocer que estos muchachos juegan en Europa, luchan por su prestigio, por ganarse un lugar, pero ninguno pertenece a un equipo grande como el Real Madrid, Barcelona o Mánchester United. Esa es la realidad y que se olviden que son la mejor generación. Muy bien los definió un sacerdote mexicano: son los campeones, pero de la mediocridad.
Hay que dejar a un lado la amargura, olvidarse del mundial, del tri y sus integrantes para ver lo que ocurre en nuestro medio: de pronto vemos que esta semana, viernes 20 de julio empieza el Torneo Apertura de la primera división con dos partidos: Veracruz- Pumas y Atlas- Querétaro.
Con eso del mundial, no fue posible darse cuenta de que pasó en los equipos, sus contrataciones, trabajo de pretemporada y partidos amistosos. Vemos que el Cruz Azul ya se mudó al estadio Azteca en donde espera hacer una gran temporada con un plantel superefozado. Recibe al Puebla este sábado. Monterrey, favorito para el título, empieza en Pachuca; Tigres, otro grande juega en casa con el León y las Chivas sin el Pelado Almeida van a Tijuana. Las Águilas vuelven a presumir que serán campeones, empieza con Necaxa. Y el Lobos Búas que descendió, pero compró su plaza es rival del Santos.
A propósito de los Lobos, este campeonato se jugará sin ascenso y descenso. Así que olvídense la tabla de los cocientes, no hay porque sufrir ni angustiase, Es una de las geniales ideas de los patrones del balón. Son los padres de los campeones de la mediocridad.
Comentarios Cerrados