CAMPO Y DESARROLLO (71)
Un panel de expertos mundiales de la ONU, que analizó los problemas de sequía, hambruna y desigualdad para el Planeta instó, en sus conclusiones, a realizar un “cambio dramático” al actual modelo económico. Sostiene que en 2030, la demanda global de alimentos habrá aumentado 50 por ciento; la de energía, 45, y la del agua, 30 por ciento. El presente esquema económico no podrá satisfacer tales requerimientos, por lo que su propuesta es lógica y va de acuerdo a los nuevos esquemas de desarrollo universal, entre los se encuentra una alimentación más frugal que sustituya a las grandes comilonas que se ofrecen en los países desarrollados. En cierta forma, Estados Unidos y Europa, sobre todo esta última, experimentan ese nuevo modelo, cuyo fin es mantener los campos agropecuarios en buen estado para que sirvan a las futuras generaciones. Tal como se explota en la actualidad no producirá los alimentos en el futuro por agotamiento de su riqueza. El panel señala que los actuales patrones de consumo, fundamentalmente en Occidente, no son sostenibles y es hora de cambiar la dirección de la economía, pues «nos está empujando en forma inexorable hacia los límites de los recursos naturales y los sistemas ecológicos que hacen posible la vida a nivel planetario». Entre las medidas que recomienda está terminar con los subsidios. La ONU estima que los gobiernos gastan a nivel global más de US$400 mil millones cada año en subsidiar los combustibles fósiles y que sólo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destina un monto similar a los agrícolas.
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