AHORA QUIEREN en la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSP-DF) a jóvenes flacos, altos y hasta con estudios terminados de Preparatoria. Lo que no se sabe es si estos presuntos guardines del orden público estarán preparados para enfrentarse al hampa y cumplir con su trabajo de cuidar a la gente para que, tanto mujeres como hombres, niños y ancianos, no sufran asaltos en las calles de la gran ciudad de México.
DESDE LUEGO que los informes constantes de la SSP-DF, en los que se indica que obligarán a todos los policías a guardar la línea y bajar de peso son importantes, porque hay verdaderos exponentes de los “hombres montaña”, que nadie se explica cómo es posible que entren en los uniformes, lo mismo son mujeres que hombres, lo que hace que la gente desconfíe de ellos, no porque crea que sean delincuentes, sino porque, en caso de enfrentarse a los hampones, no tienen oportunidad de defensa y menos aún de correr tras los rateros.
EL PROBLEMA que vemos es que el jefe de la Policía, quien es un hombre identificado con el deporte, quiere que todos los gendarmes que cuidan el orden y la seguridad pública en flamantes autopatrullas, se conviertan, de la noche a la mañana, en campeones de box, futbol americano, beisbol, ciclismo y otros deportes, además del hipismo, pues tienen buenos caballos.
HACER DEPORTE está bien. Lo que no queda claro es que cuánto tiempo deberán ocupar los policías de la SSP-DF para bajar de peso y entrenarse en las diferentes disciplinas deportivas, porque deben realizar sus respectivos turnos de vigilancia para cuidar a los ciudadanos y protegerlos de las acciones del hampa.
PERO, COMO decía el locutor de la TV: “aún hay más” en este asunto. La persona que escogieron las autoridades del GDF para encargarse de hacer deportistas a los policías es, nada menos, que Pablo de Antuñano, joven funcionario que fracasó como director del Instituto del Deporte del Distrito Federal, donde no le fue posible dirigir un deportivo en Coyoacán.
DESPUES, LO enviaron a ocupar otros cargos dentro de la administración pública capitalina, donde no ha logrado llegar al final de sus ocupaciones como funcionario del GDF y ahora quiere hacer figuras deportivas en las filas de los gendarmes.
EN LA HISTORIA de la policía capitalina existen épocas en las que de las filas de los guardianes salieron buenos boxeadores amateurs y hasta profesionales, ciclistas, basquetbolistas, atletas de pista y de campo. La gente los reconocía y apoyaba en estas actividades, pero, de repente, las autoridades dejaron de apoyar el deporte en la policía, hasta que llegó Pablo de Antuñano, quien en su primer programa de trabajo anunció revivir al equipo de futbol americano de la SSP-DF en el que participan policías “veteranos”.
TAMBIEN SE anunció que don Pablo contrató los servicios de Héctor García, entrenador de jugadores profesionales de beisbol de las Grandes Ligas. Este entrenador se compromete a hacer buenos beisbolistas de los actuales patrulleros y, sobre todo, bajarlos de peso. Claro, con intensas sesiones de entrenamiento.
LO QUE SE les olvidó es que, aparte de entrenar para ser buenos deportistas, los policías deben cuidar a la gente y enfrentarse a la delincuencia que en las calles del DF está imparable. Y otra de las nuevas disposiciones del jefe de la Policía es que los jóvenes que quieran entrar a la SSP-DF deberán contar con estudios terminados de Preparatoria y tener máximo 22 años de edad.
VAMOS A VER cuántos jóvenes deciden entrar a la policía del DF y si, en verdad, los nuevos guardines llegarán a algún campeonato en las lides deportivas, sin dejar de cuidar a los ciudadanos que pagamos impuestos para que los guardianes reciban su sueldo.
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