México maneja y vende los energéticos, por la vía de empresas del Estado, PEMEX y CFE. Muchos años de una estructura estatal, han permitido que la Dirección y Administración se habilite sexenalmente a altos funcionarios, de estudios. Incluso, mover y nombrar nuevos cualquier día del año. Ahora, con las Reformas de Energía, su estructura es otra. Es de empresas autónomas. Enlistadas para encarar el mercado libre. De competencia, de contratos, de ventas, de ganancias. De arrebatos.
¿Dónde están esos altos ejecutivos de ventas?. Hay pasajes trágicos. Cuando el mercado petrolero se ha colapsado, México, con PEMEX ha fracasado en la competencia de mercado. Recuérdese el caso de la OPEP. En el gobierno de José López Portillo. Donde los precios del petróleo alcanzaron cifras enormes. Fue tal locura, que López Portillo, anuncio que había que “saber administrar la riqueza”.
Las potencias mundiales, consumidoras de petróleo, se unieron y socavaron a la OPEP. De la noche a la mañana se desplomaron los precios. En PEMEX estaba un petrolero de mercado. Jorge Díaz Serrano. Y maniobró sobre el tiempo y por encima de la burocracia. Envió a toda prisa un telex bajando los precios. Para amarrar clientes, antes que la OPEP. En Energía estaba un administrador, José Andrés de Oteyza. Este pegó el grito. ¡No bajan los precios! Dijo “vendrán a implorar”. López Portillo despidió a Jorge Díaz Serrano. El final de esta historia fue tragedia. La suspensión de pagos de deuda. Pobreza total.
Por eso la pregunta, Presidente Enrique Peña Nieto ¿Quiénes van a vender nuestro petróleo y nuestra electricidad y nuestro gas?
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