Amables lectores, estamos ya en un año nuevo y el mes de enero lo vemos pasar otra vez muy rápido. Me propongo hacerte una pregunta, la dejo para el final y te cuento lo que unos amigos acaban de referirme: Un domingo por la mañana, en una de las colonias de nuestra gran capital, llamado Distrito Federal, salieron del transporte público y en número de tres se enfilaron, según su costumbre, hacia el templo que domingo a domingo visitan. De pronto se les acercó un niñito de unos siete años más o menos y les preguntó: ¿creen ustedes que sea muy tarde para ir a la iglesia?
El hecho no es muy frecuente en nuestra ciudad, que un niñito pregunte por el templo o por la iglesia. Por supuesto que mis amigos lo invitaron a su templo que está a unas dos cuadras de la estación del Metro Portales, tampoco es frecuente que un niño de esa edad vaya solo por la calle tan llena de peligros, el caso es que empezaron a caminar.
En el trayecto preguntaron al pequeño si era frecuente su asistencia al templo, él contestó que no, que era la primera vez que él iría a un templo; esto movió la curiosidad de mis amigos e indagaron más; el pequeño les mostró dentro de sus ropas un pequeño ramito de flores y les dijo: “quiero llevarlas al templo”.
Surgen varias preguntas ¿Cómo es que este niño estaba solo en una calle tan concurrida? ¿Cómo es que tenía la intención de ir a un templo? ¿Sus padres le dijeron que llevara esas flores al templo? ¿En dónde recibió esa instrucción de ir al templo, en su casa o en la escuela? En fin. Posiblemente sus padres esa mañana estaban ocupados y le dieron las flores y le dijeron que las llevara al templo ¿pero a cuál?
Lo importante es la pregunta ¿puedo ir al templo o ya es demasiado tarde?
Yo creo que esta pregunta es una de las que todos, hombres y mujeres debemos hacernos, todos debemos ser conscientes de la realidad que vivimos, de la violencia que padecemos, la confusión es cada día más grande, los tiempos nos indican que todo se está poniendo cada vez peor.
La respuesta a esta pregunta ¿Puedo ir al templo o ya es demasiado tarde? Tiene una respuesta muy clara: ¡No!, no es tarde para ir al templo, es tiempo todavía de ir a la iglesia; nunca será demasiado tarde para interesarse por nuestro presente y sobre todo por nuestro porvenir.
Quizá la otra pregunta sería ¿a qué templo debo ir? La respuesta es: acuda usted a un templo o iglesia en donde se adore al Señor, vaya en donde se enseñe acerca de la persona más grande que ha pisado esta tierra: Jesús de Nazareth. Verdaderamente es tiempo de muchas cosas algunas las haremos y otras esperarán su turno, pero por ningún motivo deje de considerar esta pregunta, si la hizo un niñito, también la puede hacer un viejo ¿será tan tarde que ya ni siquiera consideremos lo relacionado a nuestra alma? Vaya al templo, preocúpese por su alma, y cuando vaya ofrende su corazón como el pequeño de la Calzada de Tlalpan que preguntando por el templo, encontró al Señor del templo.
*Pastor General de la Iglesia Cristiana Interdenomnacional, A.R.
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