Yolanda Gutiérrez / Luis E. Velasco Yépez
Miles de habitantes del oriente del Valle de México podrán respirar tranquilos, a partir de hoy (1 de enero de 2012), cuando se dé el cierre del tiradero de basura más grande de México: Bordo Poniente.
Así se termina una etapa que en los últimos cuatro años provocó desencuentros entre Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF (GDF), y los titulares de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), Juan Rafael Elvira, y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, en cuyas querellas también intervino la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en un determinado tiempo, y el gobierno mexiquense, ahora al mando de Eruviel Avila.
El anuncio del cierre se dio en sendas conferencias de prensa, realizadas a mediados del pasado diciembre. Primero fue Elvira Quesada, quien informó que el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), administrado por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, otorgó 361 millones de pesos (a fondo perdido), para clausurar el relleno citado.
El objetivo es reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (Geis) en el Valle de México, por lo que no existe pretexto para el cierre del relleno, dijo.
Elvira Quesada indicó que el gobierno federal con esta inversión apoya el cumplimiento de los compromisos acordados el 22 de noviembre de 2010 para el cierre y clausura definitiva de la IV Etapa del Bordo Poniente, evitando la emisión de más de 12 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) en los primeros 10 años, equivalente a eliminar las emisiones contaminantes generadas por el parque vehicular de la zona metropolitana y que ahora se podrán generar hasta 43 MW de energía eléctrica, equivalentes a la mitad de la energía del parque eólico de La Venta II, en Oaxaca.
Después, Luege Tamargo manifestó que no dará más tiempo al GDF para el cierre del Bordo Poniente, a pesar de la buena disposición y facilidades que el gobierno federal le ha otorgado.
La Conagua no permitirá el depósito de residuos en el Bordo Poniente a partir del 1 de enero de 2012. En caso de que el 31 de diciembre las autoridades capitalinas no cumplan con el compromiso de suspender el confinamiento de basura, la Profepa puede clausurar el relleno, en tanto la Conagua tiene la facultad de sancionarlas.
La poca transparencia y comunicación por parte de las autoridades capitalinas ante la situación, han orillado a la Profepa a iniciar un operativo para verificar el cierre del tiradero.
A estos anuncios no hubo respuesta alguna por parte de Ebrard ni de Avila, aunque la Conagua anunció el otorgamiento de una concesión por 25 años al GDF para la explotación de biogás en el relleno sanitario.
Bordo Poniente se ubica en, aproximadamente, 400 hectáreas a la altura del kilómetro 6 de la autopista Peñón-Texcoco, municipio de Texcoco, Edomex.
En el DF se producen 7 mil toneladas diarias de basura. Casi 3 mil son de desechos orgánicos, usados para producir composta, dijo el director de Obras del GDF, Fernando Aboitez.
Unas 4 mil toneladas se llevarían a San Juan de Aragón, en la Gustavo A. Madero, para separarlas de componentes dañinos para la salud y luego enviarlas a instalaciones cementeras de Puebla o Hidalgo para quemarlas en sus hornos productores de cemento.
Esta información fue extraoficial, como también extraoficial se informó que aún antes de Navidad, seguían llegando camiones con basura que, a hurtadillas, los descargaban en el Bordo Poniente.
Se supo también que el pasado 26 de diciembre, el GDF daría a conocer datos concretos sobre el cierre del basurero.
Mientras ni Avila Villegas ni algún miembro de su administración había hecho comentario alguno, pese a que los más afectados por el basurero son mexiquenses que radican en Nezahualcóyotl, Ecatepec, Chimalhuacán y Texcoco.
Bordo Poniente surgió como basurero en 1985, tras los sismos que sacudieron a la Ciudad de México. Se le dieron 20 años de vida útil, los cuales se prolongaron hasta hoy, 1 de enero de 2012.
De las 12 mil toneladas de basura que recibía a diario, 7 mil corresponden a municipios mexiquenses, cuyo destino tampoco se sabe o, al menos, el gobierno mexiquense nada ha informado a este respecto.
donde se ubica