En el marco de la firma de un convenio de cooperación en materia de desarrollo urbano entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Organización de Naciones Unidas vía el Programa para Asentamientos Humanos ONU-HÁBITAT, Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Sedatu afirmó que en la actualidad existen 13 millones de mexicanos que viven en asentamientos irregulares no aptos y con diversos riesgos en relación a su patrimonio.
Comentó que se quiere tener una relación amplia con la ONU para alcanzar el objetivo de poder desarrollar planes de urbanismo en las entidades y se amplíen las investigaciones de campo de este sector.
Dijo que se darán recursos a ONU para estos estudios, y el proyecto principal para disminuir los asentamientos irregulares el ordenamiento del uso del suelo y que se ofrezca a precios accesibles hará que la gente no invada terrenos ya que la falta de oferta de vivienda popular en sitios como el DF manda a la gente a poblar los cerros alrededor del valle.
Mencionó que se tienen detectadas unas 35 mil hectáreas intraurbanas que pueden ser ofertadas de manera popular y ser la avanzada de gran forma en zonas urbanas y detalló que los estados más avanzados en uso de esta tierra son Sonora, Chihuahua, Yucatán y entidades del Bajío.
Ahondó que estos problemas, se podrán remediar con la creación del Instituto Nacional del Suelo, que espera en próximos meses este ya consolidado dicho instituto.
Por su parte, el secretario general ONU-HÁBITAT, Joan Clos I. Matheu, comentó que en la actualidad nunca se había visto un urbanismo tan desbordado como se tiene en Asía por citar un ejemplo, dijo.
Aunado a que este rubro debe también pensar en los retos que le conlleva el Cambio Climático ya que cada persona que deja el campo por irse a la ciudad, acaba usando 10 veces más energía que alguien que aún vive en zonas rurales, y que esto es reflejo que el urbanismo no debe ser sinónimo de insustentabilidad.
Agregó que hay que acelerar la toma de decisiones para asegurar la calidad de vida de los ciudadanos, debido a que se incrementó el consumo de los recursos naturales, principalmente de los no renovables.
En su exposición, Ramírez Marín explicó que el objetivo de este esfuerzo institucional consiste en planear ciudades ordenadas, incluyentes y sustentables.
La meta es beneficiar a 100 millones de personas que viven en asentamientos precarios, disminuir la pobreza de los más vulnerables con la instrumentación de políticas en materia de vivienda, cambio climático, disminución de riesgos, sustentabilidad y gobernanza, entre otros.
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