Aunque aproximadamente 330 millones de hectáreas de vegetación forestal en el mundo tienen como función principal la conservación del suelo y el agua, el control de aludes, la estabilización de dunas, el control de la desertificación o la protección costera, en México, 20% de la superficie del territorio nacional presenta diferentes niveles de erosión.
Estas etapas de erosión en diferentes porcentajes son atribuidos al agua mientras que el resto es causado por los vientos o por ambos fenómenos.
Estas cifras que atañen a México nos reflejan el grave problema que constituye la urgencia de investigar y fomentar mejor cuidado a estos elementos en relación con el suelo mundial.
Luego de un estudio en suelos de bosques templados, selvas y matorrales de México, Nepal y Vietnam, estos países se reúnen para desarrollar una metodología que evalúe el estado, las funciones de conservación, el agua y la mitigación del Cambio Climático.
Por lo que la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Agencia Forestal Japonesa llevaron a cabo el Taller Internacional “Mejora de la Información para Promover la Protección del Suelo y Agua en la Vegetación Forestal Bajo Manejo”.
En tanto, el director general adjunto de la Conafor, Arturo Beltrán Retis, informó que tomarán en cuenta las muestras que se recolectaron de zonas forestales bajo manejo de los tres diferentes ecosistemas y se evaluarán las imágenes recolectadas en campo así como de vía satélite, además de la evaluación del vegetal vivo y muerto, entre otras cosas.
La FAO incorporará los resultados del estudio en las publicaciones y los divulgará a través de actividades de desarrollo de capacidades y de difusión.
En el caso de México los ecosistemas de los cuales tomaron muestras fueron de los bosques templados de la Sierra Madre Occidental de Durango; bosques templados del Eje Neovolcánico Transversal, en la Cuenca del Cutzamala; así como matorrales del desierto Chihuahuense en el Altiplano Potosino.
Asimismo, de matorral xerófilo de las depresiones Inter montañas, en el Área Natural Protegida “Reserva de la Biosfera de Tehuacán – Cuicatlán”; las selvas de planicies costeras y lomeríos del sureste mexicano, en la selva Lacandona de Chiapas; y por último de la selva subcadocifolia de las planicies costeras y lomeríos del Pacífico Mexicano, en la Costa de Jalisco.
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