PERIODISTA INVITADA: PATRICIA GUEVARA.
Directora del concepto multimedia: La Meta del Planeta
Los cambios recientes en la instrumentación del Programa Hoy No Circula, dados a conocer por el titular de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, Martín Gutiérrez Lacayo, no han sido del todo atinadas. Ello en parte por la falta de sensibilidad y estímulos para hacer que los usuarios de autos particulares puedan compartir su unidad. Para quienes tienen acceso a la compra de autos, seguramente se las ingeniarán para adquirir un segundo o tercer auto.
En México, no se genera la suficiente conciencia organizacional para que en instituciones del gobierno federal, estatal y municipal; universidades y todo tipo de escuelas, se comparta el carro. El automovilista siente que es una extensión de su persona aunque por la forma de actuar es la persona la que se somete al transporte motorizado.
Aunque para muchos las comparaciones no son óptimas, no podemos dejar de hacerlas porque marcan una referencia. Los ciudadanos deseamos, queremos (¿debemos exigir?) que los servidores públicos pongan el ejemplo.
Queremos que en días de contingencia ambiental lleguen, en bicicleta, en auto compartido o en transporte público a los eventos, tal como hace con frecuencia el embajador de Alemania en México, Viktor Elbling.
Precisamente en uno de esos días, el diplomático llegó en transporte sustentable al anuncio del año dual México-Alemania, que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Arte (MUNAL).
Una actitud similar debería (debe) mantener el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y ser secundado por jefes delegacionales, legisladores, magistrados y todo servidor público digno de recibir un ingreso derivado de los impuestos que todos pagamos. De esto, los ciudadanos debemos cobrar conciencia o ahondaremos la brecha entre reyes y peones.
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