A 15 años de entrar en operación, Metrobús L1

 Al cumplirse 15 años de la entrada en operación de la primera línea de Metrobús sobre Av. Insurgentes, la organización civil El Poder del Consumidor (EPC), hizo una evaluación de los impactos positivos que este sistema de transporte ha traído a los usuarios e hizo un llamado de atención a las dependencias de gobierno que se correlacionan en su manejo, para lograr el óptimo servicio de este sistema de transporte.

Los beneficios del Metrobús L1 han quedado registrados a lo largo de su operación, antes del 19 de junio de 2005, sobre la Av. Insurgentes se contaba con una sobreoferta de servicio de transporte público colectivo de pasajeros (microbuses), con valores de ocupación que raramente superaban el 55% de su capacidad, lo que se traducía en un exceso del parque vehicular en operación. Las unidades que operaban en esta avenida eran en su mayoría de de mediana a baja capacidad, lo que generaba una saturación en la vialidad y una baja eficiencia en la captación de usuarios.

Con la entrada en operación de Metrobús L1 sobre Av. Insurgentes, se logró el retiro de 686 vehículos altamente contaminantes (373 microbuses, 223 autobuses y 90 RTP´s, considerando sus dos fases). Tan solo en la fase uno del corredor (Indios Verdes a Eje 10 Sur) 22% de la flota que operaba había cumplido su vida útil y el 28% le restaban 2 años de servicio.

Metrobús al día llega atender a casi 1.5 millones de viajes. No obstante la captación anual de usuarios de este sistema inició con 34.7 millones de pasajeros en 2005 y al cierre de 2019 llegó a 424.4 millones de pasajeros, lo que ha representado un aumento anual de casi 28 millones de usuarios por año. Además, en este mismo periodo se ha acumulado la reducción de un millón 512 toneladas de gases de efecto invernadero.

El Metrobús trajo consigo la operación de autobuses articulados y tecnologías más limpias, como resultado se tuvo la reducción de contaminantes y gases dañinos a la salud. Víctor Alvarado, coordinador de la campaña de Movilidad y Cambio Climático de El Poder del Consumidor señaló: “un autobús articulado de Metrobús tiene una equivalencia a cinco microbuses, lo que representa la reducción de 56.2% de dióxido de carbono equivalente (CO₂e), 99.7% de monóxido de carbono (CO), 88.9% de óxidos de nitrógeno (NOx) y 90.9% de partículas finas, todos estos gases son perjudiciales para la salud”.

Alvarado agregó: “en 15 años se han construido siete líneas de Metrobús que han requerido 140 kilómetros de carril confinado lo que se traduce en una justicia vial, es decir, se le han quitado carriles de circulación al automóvil particular para destinarlos a los usuarios del transporte público”. Es importante recordar que un solo autobús articulado representa la ocupación vial de 106 automóviles (ocupación con 1.5 personas promedio) lo que aminora la saturación vial.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG, 2019) Metrobús ofrece una satisfacción del servicio del 80.4% en comparación con el 22.6% otorgado al transporte público convencional (micro, vagonetas, autobuses).

La organización recordó que de los 34.56 millones de viajes que se generan en un día entre semana, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), apenas el 19% se efectúa en automóvil particular, mientras que el 44.78% se lleva a cabo en transporte público. La dieta vial ha permitido que el 17% de los usuarios de Metrobús dejen su automóvil en casa; lo que equivale a una reducción de 95% de dióxido de carbono que es el gas de mayor proporción dentro de los gases de efecto invernadero, responsables de acelerar las afectaciones del cambio climático.

Por su parte los estudios elaborados por EPC a nivel nacional sobre sistemas BRT (Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés) en 2015 dejaron constancia que Metrobús L1, ocupó el primer lugar de eficiencia cubriendo las necesidades de los usuarios con un 77%.

Asimismo, el estudio: “Diagnóstico de Accesibilidad de los Sistemas BRT en México 2016” reconoció una evolución positiva de las líneas de Metrobús. Por ejemplo; En la línea 1 y 2 se tuvieron por primera vez rutas podotáctiles y se incluyó el sistema braille junto a los botones de aviso en el área de ascenso y descenso; con la llegada de la línea 3, se incorporó la instalación del sistema sonoro para que personas invidentes y de visión baja pudieran conocer la operación del servicio, y para el público en general se instalaron pantallas en cada estación; posteriormente en la línea 4, se introdujeron las estaciones en superficie y autobuses de plataforma bajo. Después de todas estas mejoras a las diversas líneas de Metrobús, se puso en marcha la línea que mejor fue evaluada a nivel nacional: la línea 5, la cual logró implementar en una sola todas las acciones enlistadas anteriormente y además, incluir semáforos sonoros y conectar de manera accesible con el entorno inmediato. En adelante todas las líneas no han bajado su nivel y estándar de accesibilidad.

No obstante, en estos 15 años también han existido eventualidades y retrocesos que no recaen necesariamente en la figura legal conocida como Metrobús (encargado solo de la planeación, administración y control de los siete corredores que aglomeran a 19 empresas a la fecha), pero que si han afectado la imagen del servicio, como:

• Manifestaciones y oposiciones de sectores involucrados (transportistas, comercio, vecinos y sector privado) esto a consecuencia de la falta de interlocución y capacidad de socialización de secretarías que tienen las atribuciones correspondientes como la de Movilidad, Obras y Seguridad Ciudadana.
• Problemas financieros ante una tarifa social y no técnica que ha producido descontento entre algunas de las empresas que operan el servicio. Esto se debe a la falta de un subsidio por parte de gobierno local y federal para mantener una tarifa social sin comprometer la calidad del servicio.

Por otro lado, cuando se logra trabajar de forma coordinada e interinstitucional entre las diferentes secretarías se permite la  reducción de hechos de tránsito hasta en un 50% en corredores de BRT.

En los 15 años de Metrobús -bajo su control, planeación y gestión- ha demostrado grandes beneficios para la movilidad, la sociedad y el medio ambiente en la Ciudad de México. Por lo anterior, El Poder del Consumido hizo un llamado a la actual administración para inyectar recursos que permitan que en un periodo de cinco años las líneas de Metrobús y su flota migre a tecnologías con Euro VI y/o EPA 10 o bien se inicie una transición a autobuses eléctricos y sean alimentados con fuentes de energía renovables, con el objetivo de mantener firme el compromiso de contar con ciudades más amigables con el medio ambiente y con acciones de mitigación y adaptación ante el cambio climático.