De acuerdo a Rodrigo Villamizar, director de estrategia en América para Kaiserwetter y ex Ministro de Energía en Colombia, en los Estados Unidos se está impulsando una política energética, que no proviene del gobierno central federal a cargo de Donald Trump, sino de los estados, son las ciudades y ahí hay una apuesta por las energías renovables. Esto representa una gran oportunidad para México.
Más cuando se tiene la oposición por parte de Donald Trump, las administraciones de los condados están empezando a mirar a México en su potencial en dicho mercado.
En Estados Unidos claros ejemplos de cómo las ciudades quieren migrar hacia las energías renovables. En el país del fracking, la negación del cambio climático y el aumento de los presupuestos armamentísticos, en el país de Donald Trump, existe una pequeña ciudad de algo más de 42 mil habitantes que sólo se abastece de energía generada por fuentes renovables. Burlington se encuentra al noreste de Estados Unidos, en el estado de Vermont, fronterizo con Canadá.
Burlington aparece en numerosas guías como uno de los mejores lugares para vivir en Estados Unidos y sus habitantes se muestran orgullosos de haber construido una ciudad que muchas otras urbes miran con envidia. Hoy la ciudad puede presumir de un combo energético que incluye la biomasa (en un 45%), hidroelectricidad (30%), eólica (24%) y solar (1%). Otras ciudades quieren seguir a la pequeña Burlington.
Pero las recomendaciones de política de un estudio del Departamento de Energía de Estados Unidos incluyen varias medidas que probablemente tendrán el efecto de impulsar (revitalizar) el carbón y la energía nuclear:
- La Agencia de Protección Ambiental facilitará los requisitos para las nuevas inversiones en las plantas de carbón.
- La Comisión de Regulación Nuclear hará otro tanto, reforzando los requisitos de seguridad de las centrales nucleares.
- La Comisión Federal de Regulación Energética compensará a los participantes de la red que ayuden a mantener el porcentaje de generación eléctrica de ‘base’; con lo cual se prioriza las energías convencionales a costa de las renovables.
Ante la cerrazón su propia administración federal, México se abre como la alternativa, por dos factores principales: recursos abundantes en sol, viento, biomasa, y un marco de inversión más liberal. La política de México en términos de atraer inversión extranjera está generando una gran confianza en los bancos, los grandes fondos de inversión, que están viendo dificultades e incertidumbre en EU.
La administración federal de Estados Unidos pretende apostar por energías convencionales como el shale oil, que son muy vulnerables a los precios. “Estamos viendo que los bajos precios han puesto por primera vez en dificultades a muchos productores, en Canadá las compañías de shale gas se han tenido que retraer por los bajos precios, en Estados Unidos lo mismo”. Eso le da otro impulso a las energías renovables.
Y, si bien, habrá muchas partes de la renegociación del Tratado de Libre Comercio que resultarán perjudiciales para México, “en donde más puede apalancarse para lograr un acuerdo según las discusiones que estamos viendo es en la energía”. De manera que, “Hay algunos puntos de mucho optimismo de parte de México de cara a lo que está sucediendo en EU”, declaró el empresario.
Es en este escenario donde la transición energética debe imponerse empujada por la lógica de la propia ley del mercado. Bajo esta necesaria búsqueda de nuevas formas de gestión surgen empresas como la alemana Kaiserwetter, la cual ha desarrollado una herramienta digital que combina el Big Data y algoritmos verificados, integrados en un programa llamado Aristóteles, y que produce un verdadero impacto en el balance de las compañías eléctricas.
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