Además de la contaminación causada por el automóvil y la industria, un factor natural que agrava la mala calidad del aire en el Valle de México son las tolvarenas de polvo, típicas durante abril y mayo, las cuales arrastran infinidad de elementos dañinos para la salud, como son partículas de heces de perros de la calle, señaló el investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gabriel Jesús Vázquez Torres.
Indico que “este es un tiempo muy particular porque es un clima en que no hay humedad en el aire y es muy caluroso. Ya para finales de mayo y junio llegan las lluvias, y el agua atrapa las partículas y las echa al suelo, ya no se quedan en el aire”.
Explicó que la atmósfera “limpia” se registra en lugares remotos donde no hay automóviles ni industrias, como el centro del Océano Pacífico, mientras que en lugares como el Valle de México, la atmósfera registra altos índices de contaminación y por ende una repercusión en la salud de los habitantes, por ejemplo, en los sistemas respiratorio y cardiaco.
Sobre los efectos de estas tolvaneras esta que “los ojos te lloran, toses, pero sobre todo, es un efecto acumulado. No nada más es que hoy me esté ‘echando mi taco’ de ozono o de partículas PM5, PM10, PM1 (del inglés Particulate Matter, el número corresponde a sus dimensiones en micras, o milésimas partes de milímetro). El problema es cuando estás viviendo aquí durante mucho tiempo, los alvéolos –pequeños sacos del pulmón que están rodeados por vasos capilares donde se registra el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre- se van llenando de muchas sustancias nocivas. El PM1 y el PM 2.5 pueden llegar hasta allá, las partículas más pequeñitas son de 2.5 micras”.
Agregó que otro fenómeno que se presenta en las manchas urbanas es la “isla de calor” debido al exceso de edificios de cemento y pavimento en las vialidades que tienen la capacidad de absorber mayor radiación solar: “La temperatura en las ciudades son generalmente uno o dos grados más alta que la temperatura en los campos y sus alrededores”.
Acerca de la situación que enfrenta el Valle de México y los altos índices de contaminación en el aire, dijo que el panorama es “negro”, situación que inició muchos años atrás. “El más importante de los tres gases invernaderos es el CO2 y es provocado por el hombre (…) desafortunadamente el CO2 se produce en cualquier reacción de combustión (…) el problema es que todo nuestro sistema industrial y también en el mundo está basado en la quema de combustibles fósiles, sea petróleo, gasolinas, diesel o combustible para aviones, las motocicletas, los automóviles, incluso la gente quema leña. Es muy difícil el problema, porque ¿cómo vas a hacer que de pronto toda la industria se modifique completamente para ya no depender de combustibles fósiles?”.
El investigador de la UNAM –institución que forma parte de la Mesa Directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico- apostó por las energías limpias, por ejemplo la solar, como una alternativa para la solución del problema.
“El Sol está ‘prendido’ y va a estar ‘prendido’ otros 5 mil millones de años, ahí hay energía de sobra y México en particular por la latitud en la que se encuentra tiene muchas posibilidades de utilizar la energía solar pero habría que ‘echarle todos los kilos’ a esto.
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