Científicos de la Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica, descubrieron que con una bolsita de té puede purificarse agua a pequeña escala, como limpiar un litro de agua contaminada. La infusión absorbe los tóxicos contaminantes cuando se instala en el cuello de una botella de agua. Los sobres están compuestos con material que se emplea para producir bolsas de té de rooibos, muy populares en Sudáfrica, contienen fibras ultradelgadas a nanoescala, que filtran los contaminantes, además de gránulos de carbón activo, que matan a las bacterias. Es una combinación de materias primas baratas. Aunque el filtro está en desarrollo, pruebas hechas con agua de río en los alrededores de esa población han sido exitosas. El costo de la bolsa es de medio centavo de dólar. Se espera que el filtro esté en el mercado antes de fin de año si es aprobado por la Oficina Sudafricana de Normalización, que está probándola. El agua potable todavía es un gran desafío en África, donde 30 millones de personas no tienen acceso a este recurso.
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