La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que en coordinación con otras autoridades atiende la mortandad de 550 aves, principalmente patos y cormoranes, así como de cuatro lobos marinos, detectada en el Puerto de San Felipe, Baja California.
La Subprocuraduría de Recursos Naturales de esta dependencia informó que los decesos de los 554 ejemplares de vida silvestre se detectaron a través de los recorridos de vigilancia que efectúan de manera permanente inspectores de esta Procuraduría adscritos a la Delegación Federal de la Profepa en la entidad.
Puntualizó que los especímenes fueron localizados en un tramo de 10 kilómetros partiendo de la escollera del Puerto de San Felipe hacia el Sur, siendo esta zona el único punto donde se observó la mortandad de mamíferos y aves marinas.
La dependencia federal coordina la atención de esta contingencia principalmente con elementos de la Secretaria de Marina (SEMAR) y personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), los cuales establecieron un cerco sanitario y recolectaron los cadáveres y las muestras para su análisis de laboratorio.
En estas actividades, también participó personal de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), del Instituto de Servicios de Salud Pública (ISESALUD) y de la Delegación Municipal de San Felipe.
En este evento se han contabilizado un aproximado de 550 aves marinas muertas y 4 lobos marinos. Entre las especies encontradas se identificaron aves como patos buzos, cormoranes o patos bobo y pelícanos.
A fin de que no representen un riesgo sanitario para las personas y otras especies animales, las aves muertas fueron colocadas en bolsas de plástico para darles disposición final mediante su sepultura.
Asimismo, el Instituto de Servicios de Salud Pública recomendó emitir un cierre precautorio en la zona marítima terrestre, a fin de proteger a la población.
Inspectores de la Profepa y personal del SENASICA realizaron una nueva colecta de muestras de aves y lobos marinos a fin de que, con el apoyo del Instituto de Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la Universidad Autónoma de Baja California, se lleven a cabo los estudios de laboratorio de los especímenes colectados para su análisis patológico.
La Procuraduría, considerando la experiencia que otros países han tenido en la investigación de las causas de muerte de aves marinas, plantea como hipótesis que dicho evento puede estar relacionado con el cambio climático, toda vez que las variaciones en la temperatura del agua ocasiona que los cardúmenes de peces se ubiquen a una mayor profundidad y en consecuencia las aves no puedan obtener su principal fuente de alimento.
Ante este tipo de eventos se recomienda a la población no introducirse en las zonas de contingencia y en caso de detectar animales muertos no tocarlos o manipularlos y dar aviso inmediato a las autoridades locales.
Inspectores de esta Procuraduría siguen realizando recorridos en la playa para monitorear la contingencia y recabar mayor información en coadyuvancia con la SEMAR y el SENASICA.
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