La Amazonía tiene un valor incalculable para el planeta ya que es catalogada como «el gran regulador del clima del mundo” (ONU), debido a que absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera ayudando a mitigar el cambio climático gracias a su extensión de 7.7 millones de km22, (aproximadamente casi 4 mil veces la superficie del territorio nacional de México). Sin duda, su preservación es fundamental no solo para las generaciones presentes, sino también para las futuras.
Y es que la Amazonía es una gran oportunidad para reflexionar sobre su importancia y recordar el papel que desempeña en la regulación del clima global, la conservación de la biodiversidad, así como su extensión que además de abarcar ocho países también es el área donde habitan 35 millones de personas3 quienes han vivido en armonía con la selva durante miles de años.
De acuerdo con Griscelda Ramos, para la compañía el concepto de sostenibilidad ya no es suficiente para abordar la restauración de lo que ya ha sido degradado o extinguido definitivamente por la acción humana; en este contexto, urge una agenda de impacto más transformadora por parte de las empresas. “Actualizamos nuestras metas en América Latina, plasmadas en nuestra Visión de Sustentabilidad 2030. Compromiso con la Vida, orientadas en enfrentar la crisis climática y proteger la biodiversidad, garantizar la igualdad y la inclusión, y cambiar nuestros negocios hacia la circularidad y regeneración”, comentó la directiva.
Nuestro Programa Natura Amazonía, lanzado en 2011, es una muestra tangible del pacto que realizamos. Esta iniciativa que reúne amplía y sistematiza las nuevas inversiones socio ambientales de la empresa en la región Amazónica, con el objetivo de desarrollarla socioeconómicamente, es decir, crear oportunidades de negocio con la formación de relaciones de comercio justas y éticas entre nuestra empresa y los agricultores locales a partir de la ciencia, innovación y el emprendimiento con foco en el uso sustentable de productos y servicios de socio-biodiversidad.
“Desde hace más de 20 años, hemos desarrollado 42 bioingredientes adquiridos de forma ética y sostenible, con respecto a las personas y los ciclos de la naturaleza. Hoy, junto con las 41 comunidades agro-extractivas de la cadena de valor amazónica, contribuimos a conservar más de 2 millones de hectáreas de selva. Al convertirlos en productos, estos bioactivos son capaces de generar ingresos para unos 4 millones de personas en América Latina, la mayoría mujeres”, añadió la ejecutiva.
La marca Ekos es un claro ejemplo de cómo los productos tangibilizan estos esfuerzos. Cada vez que se adquiere un artículo de esta línea, se está contribuyendo a mantener una red que conecta personas y naturaleza, historias y familias, belleza y culturas que transforman. Además, es una de las dos marcas en el mundo en obtener la certificación internacional UEBT que acredita mejores prácticas de biocomercio sustentable a nivel mundial.
En el marco del Día de la Amazonía y durante todo el año, Natura invita a los consumidores a ser parte del movimiento para mantener la selva en pie. Al optar por sus productos, eligen proteger la Amazonía y construir un futuro más justo y sostenible para todos. Porque juntos, podemos hacer la diferencia.