Sobre cómo se puede mejorar el transporte público en una urbe como es la Ciudad de México (CDMX), que ha presentado contingencias ambientales, lo que ha provocado que se implementara el Hoy no circula reforzado, obligando a muchos ciudadanos a dejar el automóvil para utilizar el transporte público, cuya capacidad y efectividad se vieron rebasadas por el incremento de usuarios: de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, tan sólo en el mes de abril el incremento fue de un 14.4%.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) se estima que, por cada 100 millones de viajes realizados, 60% se realizan en transporte público, por lo que es importante que el transporte sea de calidad.
De ahí la necesidad de tener un adecuado transporte público que soluciona dos problemáticas: los niveles de emisiones contaminantes en las ciudades y los congestionamientos viales, ya que con el uso del transporte hay menos emisiones por pasajero transportado por kilómetro, por lo que se deben fomentar políticas para que las personas se bajen de sus autos y se suban no sólo a los autobuses, también a los metros, a los trenes y a las bicicletas.
Al respecto, Enrique Enrich, Director General de la empresa Scania, dijo que “hoy en día hay muchas oportunidades de mejora en el transporte público. Lo más importante es definir las más adecuadas para la Ciudad de México. Una de las estrategias que se busca implementar es la adquisición de autobuses más grandes en las rutas de mayor demanda. La cual a nivel mundial ha apoyado la implementación de nuevos modelos de transporte, con autobuses más eficientes, de mayor capacidad y con mucho menores niveles de contaminantes.
Añadió que “es muy común ver en esta ciudad rutas con alta afluencia de pasajeros, en donde las unidades son pequeñas, lo que ocasiona que se saturen y por consiguiente sean ineficientes. Con la introducción de unidades más grandes, se realizan menos recorridos y se transporta un número mayor de usuarios, como ejemplo tenemos el Metrobús y Mexibús, modelos de transporte que cuentan con una alta capacidad de pasajeros, lo cual contribuye a que se contamine menos y representan una excelente opción de mejora en el transporte público.”
Cabe recordar que el transporte público de pasajeros en la Ciudad de México aporta menos del 20% del total de las emisiones contaminantes a la atmósfera, y aunque es un porcentaje bajo, éste todavía se podría reducir considerablemente, a través de la utilización de autobuses que funcionan con gas natural vehicular Euro 6, ya que el uso de este combustible genera una emisión de contaminantes 99% inferior a la generada por las unidades que usan diésel Euro 5.
Puntualizó que “es importante tener una visión de multimodalidad, una ciudad como esta necesita tener autobuses grandes (en las zonas de mayor afluencia y en donde las condiciones del terreno lo permitan), unidades pequeñas en las zonas aledañas que no cuenten con alta demanda, así como metro, tren y sistema de bicicletas. Esta multimodalidad es lo que le daría a la ciudad un transporte público de calidad”.
Comentarios Cerrados