Ante el desafió que presenta el Cambio Climático (CC) en la realidad actual, que obligan a que cada sector busque nuevas soluciones a las consecuencias de este fenómeno y que mucha gente tiene poco o nada que ver con su causal, es que se requieren de herramientas de adaptación al respecto.
Pero el meollo del asunto es cómo se financiarían todas las ideas y proyectos forestales, ya que esto es primordial y es ahí donde se impulsa el estudio Preparación Financiera Climática, patrocinado por el Ministerio de Ambiente de Perú, The Nature Conservancy, como el gobierno suizo.
Al respecto en la conferencia de Preparación Financiera Climática, Jorge Gastelumendi, asesor senior de política internacional de The Nature Consevancy, comentó que se busca contribuir a la creación de un entendimiento común de los elementos clave que deben considerarse al diseñar e implementar arquitecturas financieras nacionales que sean llevadas a la realidad ante la prioridad que la vida misma exige.
Calificó que los principales retos para una adecuada preparación financiera en CC pueden considerarse el trazar hojas de ruta claras y que las estrategias de CC buscan incorporar la planeación de desarrollo. En segunda instancia sería la falta de mecanismos de coordinación en el ámbito nacional y desorden en toda de decisión; y tres, que a nivel nacional sus perspectivas sean acordes a la coordinación climática internacional.
Señaló que este estudio a su cargo destaca cuatro puntos como clave y que son la visión política, estratégicas que permite aterrizan ese mandato político; una visión financiera y desarrollar mecanismos como instrumentos u capacidades de los organismos públicos en el manejo de estrategias de políticas y promover la inversión privada. Además que el sector privado tiene mucho por participar en sus canales de conexión en temáticas del CC.
Dijo que la estrategia nacional de cambio climático debe ser impulsada con una real voluntad política ya que sin presupuesto no se puede avanzar y debe tomarse relevancia y no esperar a donaciones o cooperación sino que quizá caigan como préstamos.
En entrevista con Mi Ambiente, comentó que México es modelo a seguir en sus posibilidades de planificación financiera climática con diversas bancas de desarrollo que le pueden permitir ajustarse a la realidad del cambio climático y utilizar esa infraestructura existente y llevar recursos a los espacios que los necesitan.
“Lo que se busca cubrir con el fondo verde mexicano son es los espacios antes olvidados que esperemos lo potencialice y, aclaró que no se desaparezcan los fondos ya existentes sino que todo sea complementario”, dijo.
La planeación se ha dado en países como México de forma sectorial y a nivel territorial y al ser el CC transversal se necesita más conciencia de este fenómeno como es la Comisión Intersecretarial que realza dichos trabajos y busca adaptarse a esta nueva realidad.
Dijo que el tema de REDD que es un mecanismo que permitirá mejorar mecanismos ya existentes en conservación de bosques; en donde ya se tienen zonas de pobreza y que pueden tenerse conexiones con fondos globales; por otro lado, puede permitir a la larga tener un mercado de carbono y el punto central será el manejo de plazos y en mejora de los programas existentes; en donde Latinoamérica ya lleva muchos avances a diferencia de otras regiones.
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