De acuerdo a un análisis del resolutivo SGPA/DGIRA/DG/09965 del proyecto “Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S. A. de C. V.” MIA-15EM2014V0044, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), informó que la Secretaría de Medio Ambiente federal (Semarnat),ha dado su total apoyo a un proyecto que acabará con la biodiversidad de la zona en donde se ubicará el nuevo Aeropuerto, lo cual contraviene su vocación y labor de preservar la flora y fauna nacional.
La UCCS indicó que haciendo uso de las garantías Individuales de derecho de petición, acceso a la información y participación en asuntos públicos, consagradas en la Constitución Política; se sirvieron informar a través de Fernando Córdova Tapia, en calidad de representante del Grupo de Análisis de Manifestaciones de Impacto Ambiental de la Unión de Científicos
Comprometidos con la Sociedad (UCCS), que el resolutivo SGPA/DGIRA/DG/09965 del proyecto “Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S. A. de C. V.” de ahora en adelante denominado “el proyecto”; MIA-15EM2014V0044.
Debió de ser rechazado por la la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), organismo parte de la Semarnat, debido a que existen muchas incertidumbres sobre el proyecto que surgen de la omisión deliberada de información y que no permiten una evaluación correcta del posible impacto ambiental de la obra.
Entre las deficiencias técnicas que presenta la Manifestación de Impacto Ambiental y que el resolutivo emitido por la DGIRA aprueba de manera incorrecta, se encuentran:
1) El proyecto contempla la siembra de 264,534 individuos de especies exóticas invasoras como una de las principales medidas de compensación. 2) La construcción del proyecto viola el Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán – Texcoco.
3) El proyecto se pretende construir en la zona con mayor vulnerabilidad y omite la presentación de Estudios de Riesgo Ambiental asociados a la posibilidad de inundaciones ante eventos hidrometeorológicos.
4) No existen elementos técnicos suficientes para asegurar que las obras hidráulicas que supuestamente desviarán los escurrimientos sean suficientes para evitar las inundaciones en la zona del proyecto y en las zonas aledañas.
5) El proyecto pretende duplicar y mejorar la calidad ambiental de los humedales, sin embargo, no se presenta ningún tipo de información sobre como se creará y mantendrá estos nuevos cuerpos de agua.
6) No existen escenarios hídricos que permitan evaluar la factibilidad del recurso dentro de la red municipal de agua potable en cada una de las etapas del proyecto.
7) El promovente omite por completo la estimación del uso de agua de la Aerptrópoilis, una zona urbanizable en donde trabajarán de manera regular 180,000 personas, esto supone un gasto adicional de 23.6 millones de metros cúbicos al año, lo cual sería una enorme presión para el recurso hídrico de la región.
8) Los elementos técnicos para evaluar el impacto que sufrirán las aves son completamente deficientes, omiten información deliberadamente, no cuenta con un programa adecuado para el manejo de la ornitofauna, minimizan el riesgo por colisión entre las aves y los aviones, y propone acciones incorrectas y no justificadas.
9) El estudio de riesgo con respecto a los combustibles que se emplearán subestima los riesgos asociados a eventos catastróficos. En todos estos puntos la DGIRA resuelve de manera inadecuada y en muchos casos acepta las propuestas del promovente sin ninguna condicionante. Esto resulta completamente inaceptable debido a la magnitud del proyecto y a los impactos ambientales y sociales que generará a mediano y largo plazo.
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