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La Agencia de Seguridad Nacional (ASEA) aprobó en tiempo récord la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la Refinería de Dos Bocas. En tan solo dos meses y sin solicitar información adicional a Pemex, la dependencia aprobó un proyecto que contraviene la legislación mexicana y afecta a especies en riesgo manifestaron las organizaciones Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (Cemda), Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica.
En su momento, las organizaciones señalaron que la MIA del proyecto de la refinería Dos Bocas carecía de información técnica fundamental y suficiente para poder ser evaluada de forma integral y objetiva, por lo que no debió ser aprobada. Aun así, según el estado del trámite y a diferencia de muchos proyectos, no se solicitó información adicional y se aprobó en un tiempo récord de dos meses.
Con esto, el proyecto se está evaluando de forma fragmentada. Por ejemplo, Pemex no ha dado a conocer todas las obras asociadas al proyecto principal, mismas que podrían ocasionar impactos ambientales como la fragmentación de los hábitats, modificación de los escurrimientos naturales, compactación de suelo, pérdida de filtración, así como afectación al humedal y la vegetación de manglar presente en el área, entre otros. En el caso concreto de Dos Bocas, se omitió describir todos los proyectos accesorios, asociados y complementarios que formarán parte del mismo. Para la etapa de preparación del sitio y construcción, se omitió la descripción de las obras para las vialidades, vías férreas, sistemas enterrados y drenajes.
Cabe señalar que el proyecto se traslapa con unidades de gestión ambiental señaladas como “Prioritarias de Conservación” y una de “Conservación” del Programa de Ordenamiento Ecológico del Estado de Tabasco por lo que es contradictorio e inviable. De acuerdo con los criterios generales del Programa, se restringen las actividades productivas en las zonas de humedal y manglar, y de acuerdo con la ubicación del proyecto éste incide en zonas con vegetación de manglar que se pretende remover, con lo cual se ocasionarán impactos considerables al humedal presente en la zona así coma a la fauna que sustenta el mismo.
“La MIA carece de información técnica esencial, por ello, es increíble que atípicamente y en tiempo récord se hayan subsanado estas deficiencias. Sin embargo, lo que es blanco y negro, es que el proyecto contraviene el ordenamiento ecológico que indica que hay suelo que se debe conservar, y por ello no debe ser autorizado” dijo Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
Por su parte, Gustavo Alanís, director general del CEMDA, señaló que “A reserva de que se publique el resolutivo de impacto ambiental emitido a favor de Petróleos Mexicanos (Pemex), por lo ya expuesto anteriormente, queda claro que se está vulnerando y minimizando al Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental por parte de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), situación que sienta un pésimo precedente para futuros proyectos que se sometan a dicho procedimiento y que se podrán aprobar sin mayor rigor por parte de las autoridades”.
“La toma de decisiones “fast-track” desestima la relevancia de los procesos de evaluación de impacto ambiental. Preocupa que el Proyecto Dos Bocas no se analice desde una visión integral ya que el proyecto contradice los compromisos nacionales e internacionales suscritos por México en materia de combate al cambio climático. La refinería agudizará la mala calidad del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La política energética que sustenta este tipo de proyectos debe ser revisada en correspondencia con la emergencia climática que vive el planeta y que nuestro país ha comenzado a padecer”, declaró Aleira Lara, directora de campañas de Greenpeace México.
Es obvio que el gobierno federal es juez y parte, y la ASEA le está facilitando las cosas a Pemex en vez de velar por el patrimonio natural de los mexicanos.
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