El Santuario Tortuguero de Escobilla, en el estado de Oaxaca, albergó alrededor de 877 mil 388 tortugas marinas de la especie golfina (Lepidochelys olivacea), que arribaron a esta Área Natural Protegida (ANP), durante la cuarta etapa de desove en este año.
Se reportó una llegada de esta misma especie en Playa Morro Ayuta con un total de 1 millón 080 mil 530 ejemplares, durante la cuarta etapa de aparición en esta zona costera oaxaqueña.
En 2016, el total de hembras para desove fue de 735 mil 638 en Playa Escobilla, mientras que en la Playa de Morro Ayuta fue de 881 mil 211, por lo que en 2017 se superó el cifra récord de arribó con un total de 1 millón 956 mil 918 tortugas.
Ambas Áreas Naturales Protegidas se han convertido en los centros de desove más importantes a nivel mundial para la perpetuidad natural de este ejemplar.
Gracias al constante trabajo y esfuerzo que realiza el personal técnico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), las tortugas golfinas se han mantenido a salvo del tráfico de especies y del hurto de huevos de manera masiva por parte de la delincuencia y habitantes de la zona.
Entre las acciones de protección y vigilancia en esta temporada, se conformó un grupo interinstitucional que concentra personal técnico de la CONANP, inspectores de la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (PROFEPA), elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR), así como voluntarios en la región.
Las cifras hasta ahora son un incentivo para continuar con los esfuerzos de conservación de la tortuga golfina en las playas de Oaxaca y el mundo, ya que México pertenece a la Convención Interamericana para la Conservación de las Tortugas Marinas, comprometiéndose de manera permanente, en el cuidado de estos reptiles.
Nuestro país tiene la fortuna de recibir a seis de las siete especies de tortugas que existen en el mundo, por lo que su protección es fundamental para el buen funcionamiento del ecosistema donde se reproducen.
La tortuga golfina es considerada el reptil marino más abundante en el mundo y es también la segunda especie más pequeña de la familia Cheloniidae. Tiene un caparazón casi circular, con una longitud de hasta 70 cm. La coloración del caparazón es gris oliváceo o amarillento, mientras que el plastrón (parte inferior del caparazón) es crema a gris verdoso con manchas oscuras en los extremos de las aletas.
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