Luis E. Velasco Yépez / Yolanda Gutiérrez / Alejandra Campos Yañez
Políticas agropecuarias erráticas, como la tomada por el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, quien utiliza casi toda el agua de las presas estatales para regadío de cultivos, aunadas al abandono del campo por parte gobierno federal, agudizan la crisis del agro nacional ante los embates del Cambio Climático.
Los pronósticos de meteorólogos prevén un invierno crudo para grandes regiones del territorio nacional, que se sumará a la mayor sequía registrada en los últimos 30 años para la región nacional, donde están los graneros nacionales.
México cuenta con 200 millones de hectáreas, de las cuales 160 millones tienen vocación agropecuaria y forestal, pero sólo se cultivan 30 millones que, en años de agricultura buena, generan 160 millones de toneladas de alimentos.
No se cumplió esta meta, pero sí se envejeció y femenizó el ejido, que es la mayor tenencia de la tierra, al sumar 105 millones de hectáreas, tal como lo acreditan informes de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) y de la Procuraduría Agraria (PA).
Millones de jóvenes del campo abandonaron la tierra para trabajar en Estados Unidos y en ciudades de la República Mexicana. La tierra quedó en manos de mayores de 60 años y de mujeres.
El gobierno federal respondió a esa política con la creación del Programa de Apoyos al Campo (Procampo), estrategia que sólo beneficia a grandes propietarios de tierra, porque se da en razón del número de hectáreas que se poseen.
Así, los minifundistas reciben poco más de mil 500 pesos por año, subsidio que les sirve sólo para pagar una cuantas deudas y, si acaso, celebrar algún festejo familiar. No más.
Reportes de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) indican que México registra este año un comportamiento dinámico. Se producen 1.5 millones de toneladas de productos pesqueros, 2.3 millones de toneladas de huevo para plato, 5.3 millones de toneladas de carnes, 10.3 millones de toneladas de leche y 170 millones de toneladas de productos agrícolas, dijo su titular, Francisco Mayorga.
Subrayó que el país cuenta con gran biodiversidad de climas, posición geográfica estratégica y estatus sanitario que le permiten ser líder en producción y exportación de frutas y hortalizas. Ocupa el primer lugar como exportador de papaya, mango, sandía, melón, limón, frambuesa, zarzamora, aguacate, chile, pimientos procesados y café orgánico; segundo, en guayaba, jitomate y calabaza, y tercero, en pepino, coliflor, cebolla, garbanzos y jugo de naranja.
De enero a septiembre de 2011, las exportaciones agroalimentarias suman casi 17 mil millones de dólares, 24 por ciento más que lo registrado en el mismo periodo del año pasado, por lo que es muy probable rebasar este año los 20 mil millones de dólares por este concepto.
Sin embargo, las importaciones de granos y oleaginosas crecen, año con año, y los supermercados y hasta los tianguis están llenos de frutas, verduras y carnes extranjeras, muchas de las cuales se venden casi verdes que, más tarde, se tiran a la basura, porque en el hogar no maduran.
El gobierno mexiquense, en coordinación con el federal, destinará 170 millones de pesos para apoyar a productores de campo, afectados por heladas y sequías atípicas de este año.
El monto es inicial y corresponden al Programa Integral de Atención a Productores Afectados por Contingencias Climáticas, dijo el gobernador estatal, Eruviel Avila Villegas.
El Estado de México sufrió desastres por tales fenómenos climatológicos en 260 mil hectáreas donde los campesinos siembran trigo, cebada, hortalizas y maíz. De este último cereal se perdió un millón de toneladas.
Le apuesta Sagarpa a la biotecnología
Ante los nuevos escenarios climáticos, volatilidad de precios y seguridad alimentaria, México adecúa sus políticas públicas y reorienta programas y proyectos estratégicos para impulsar la productividad y competitividad en el sector agropecuario y pesquero, afirmó el secretario de Agricultura (Sagarpa), Francisco Mayorga Castañeda.
Durante el Seminario de Actualización Periodística “Los Grandes Temas de la Agricultura Mundial”, coordinado por la SAGARPA y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), señaló que uno de los desafíos para los sistemas agroalimentarios del mundo es asegurar el abasto suficiente de alimentos de forma sostenible y con un impacto mínimo en el Medio Ambiente.
Indicó que la biotecnología jugará un papel importante en el sector agroalimentario, pues el aumento de la población mundial, reducción de tierras cultivables, agotamiento de los recursos naturales y efectos del Cambio Climático, exigen respuestas más efectivas para desarrollar cultivos con mejoras genéticas y tolerables a los fenómenos climáticos.
Mayorga detalló que el gobierno federal orienta su trabajo a cinco prioridades: Cambio Climático; inversiones en infraestructura pública; prevención y manejo de riesgos climáticos, sanitarios y de mercado; impulso al extensionismo rural y desarrollo de mercados y sustentabilidad.
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