La biotecnología ofrece mejores programas de uso de agua para la producción de alimentos.
María Sánchez vive en las faldas del cerro del Chiquihuite, en el norte de la Ciudad de México. Todos los días se levanta a las 3 de la mañana para apartar el agua suficiente para las labores domésticas básicas. Sólo dispone de dos horas para captar la mayor cantidad posible en cualquier vasija disponible. Si no lo hace se quedará otro día sin este recurso vital.
Lo que vive María Sánchez es sólo una de las aristas de la escasez de agua en los medios urbano, donde el desperdicio del líquido es 40 por ciento de los 36 metros cúbicos diarios que se entregan al Valle de México para su dotación a los más de 20 millones que habitan la región.
La otra arista, todavía más grave, se localiza en el medio rural donde, cada año, se siembran alrededor de 24 millones de hectáreas, en dos ciclos agrícolas, 6 millones de las cuales son de regadío, a cuyas actividades se dedica el 70 por ciento del total que utiliza México.
Hace unos 25 años, las autoridades encargadas del uso y distribución del agua iniciaron las campañas tendientes a utilizar el recurso de forma más adecuada, como aquella que decía: “gota a gota el agua se agota”, pero todas han fracasado, porque los intereses políticos pesan más que cualquier medida de uso racional del líquido.
En el medio rural es ampliamente sabido el sistema de agua rodada para regar las parcelas agrícolas hasta que se llegó a situaciones críticas de sacar agua arsenisada en La Laguna y, parcialmente, en el Bajío, dos zonas consideradas como alacena de alimentos para México.
Actualmente, el agua está cada vez más amenazada y escasa por contaminación, demanda humana y uso agrícola excesivo, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por lo que busca políticas adecuadas de uso racional.
Una de las estrategia, surgida en el pasado Foro Mundial del Agua, puso a consideración de los asistentes la aplicación de programas biotecnológicos, como alternativa real a la sobreexplotación de los mantos freáticos, en México y el mundo entero.
Esta medida se complementa con el programa de cambios de cultivos actuales por otros que demanden menos agua, en especial los transgénicos que, en plan piloto, se realizan en algunas regiones del norte del país.
OFERTA BIOTECNOLOGICA
Los programas biotecnológicos para eficientar el uso de agua en la producción de alimentos son, principalmente, biofertilización; aplicación de microorganismos para tratar aguas residuales, y los bioabonos, uso de hongos en plantas para enfrentar al estrés hídrico en el campo.
Especialistas en la materia, consultados por Mi Ambiente sobre el particular, como José Luis Samaniego, director de Desarrollo Sustentable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); Carlos Arámbulo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, y José Antonio Serratos, doctor en biotecnología de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), estuvieron de acuerdo en que la biotecnología es el camino a seguir.
“La biotecnología es una herramienta fundamental para el desarrollo científico, pero debe haber cautela y ética en su aplicación para no incidir en otros organismos”, dijo Serratos.
En el pasado Foro Mundial del Agua, se informó que entre 1960 y 2000, la cantidad de tierra cultivada aumentó en un 13 por ciento, mientras que la población humana se duplicó, ejemplo de esos daños a la sustentabilidad es el área de riego que se duplicó pese a la escasez de agua que afecta a mil millones de personas.
La producción de alimentos consume 7 mil millones de metros cúbicos de agua por año. Según datos de la FAO en 2040 se requerirán entre 10 mil y 14 mil millones de metros cúbicos extras para la demanda alimentaria de la humanidad, situación impensable con la cantidad de agua potable actual.
No falta razón en esta apreciación pues la sociedad mexicana todavía está muy desorientada en cuanto al uso de la biotecnología, en especial la transgénesis, para producir alimentos.
Estos temores se acrecientan cuando organismos sociales y políticos contrarios a la producción de Organismos Genéticamente Modificados toman como bandera la pureza de ciertos productos, como es el caso del maíz, en nuestro país.
AVANCES EN EL MUNDO
El uso de la biotecnología para dar un mejor uso al agua “abarataría, enormemente, el costo del proceso de producción de alimentos en campo, además de limpiarla, biológicamente”, dijo Samaniego.
Informó que la Unión Europea, Japón y Estados Unidos desarrollan, incluso, tratamientos nanotecnológicos para el agua, como los que ensaya la Universidad Rice, de EU, diseñados para eliminar el arsénico de las fuentes de abastecimiento urbano de agua.
Arámbulo de la Hoz comentó que “el desarrollo de procesos biotecnológicos en el agua es la mejor herramienta, a través de procedimientos científicos con características anaeróbicas y aerobias. Este tema debe preocupar no sólo a las universidades, sino a quienes elaboran las políticas públicas de los países en este rubro”.
Citó el caso de la nanofiltración que lleva a cabo la Universidad North-West, de Sudáfrica, en su planta de tratamiento de aguas que incorpora membranas de ultrafiltración para purificar aguas subterráneas salobres en una aldea rural.
Los peores y mejores en manejo de agua
De acuerdo al Centro Británico para la Ecología y la Hidrología, Estados Unidos es el país que más agua desperdicia en el mundo, seguido por India, China, Pakistán, Japón, Tailandia, Indonesia, Bangladesh, México y Rusia; Haití es el peor en el manejo hídrico, mientras que los más eficaces son Finlandia, Canadá e Islandia.
Crisis humana y del agua
– El 16 por ciento de los 500 millones de habitantes de Latinoamérica carece de acceso directo al agua potable y 20 por ciento no cuenta con servicios sanitarios.
– Los pobres del mundo pagan entre 5 y 10 veces más por el agua que la población con mayor ingreso.
– Cada 15 segundos muere un niño en el mundo por falta de agua.
– Dos de cada tres personas en el mundo sufrirán carencias de agua en 2025.
Fuente: ONU, FAO, Greenpeace, WWF, UE, GDF.
Biotecnología, avances en campo
– En 2007, los cultivos biotecnológicos evitaron la emisión de 14 mil 200 millones de kilogramos de CO2.
– México ocupa la décimo tercera posición, entre los países con mayor superficie de cultivos biotecnológicos, al totalizar 100 mil hectáreas sembradas de algodón y soya.
– Durante 2008 creció 9.4 por ciento, a nivel mundial, equivalentes a 10.7 millones de hectáreas el cultivo de transgénicos, alcanzando los 125 millones de hectáreas.
– Se estima que estos cultivos dejaron una derrama económica superior a los 44 mil millones de dólares entre 1996 y 2007.
Fuente: ISAAA, Agrobio.
RT @bioemprende el Día Mundial del Agua, biotecnología para mejorar y optimizar su uso http://ow.ly/4jrug #dmagua #biotecnologia #agua
Me parece de mucha importancia que nos hagan ver no solo las «ventajas», si no tanbien las repercuciones que trae consigo los avances tecnologicos en mi facultad me estan dando biotecnologia y solo se enfoca a lo que es positivo(Ecuador)a QUISIERA HACER PASANTIAS EN SU PAIS SOY QUIMICO EN ALIMENTOS