A pesar de los esfuerzos de último minuto, tras bambalinas, para culminar el libro de reglas del Acuerdo Climático de París, los delegados nacionales de la Conferencia de las Partes 24 (COP 24) no consiguieron presentar lineamientos lo suficientemente sólidos como para acelerar su puesta en práctica.
Se adoptó el libro de reglas al final, pero puntos cruciales fueron dejados para futuras negociaciones, declaró, May Boeve, Directora Ejecutiva de la organización internacional 350.org, quien soslayó que las esperanzas de que las últimas evidencias presentadas por el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que se publicó en octubre de este año, incitarían esfuerzos inmediatos para aumentar la acción climática antes de 2020 también quedaron destruidas.
Después de un año de diálogos nacionales y locales, cuyo propósito era catalizar la presentación de planes climáticos nacionales más fuertes, los análisis más recientes presagian un mundo 3,3°C más cálido si se implementan los actuales planes.
Indicó que «es exasperante ver como se dio rienda suelta al lobby de los combustibles fósiles en las negociaciones del clima, al tiempo que a 15 organizadores de la sociedad civil se les impidió incluso entrar en Polonia. El resultado final es nuevamente desalentador, e indica que ni siquiera el último informe del IPCC sobre 1,5°C fue suficiente para despertar a algunos de los mayores contaminadores del planeta.
Señaló como lo más preocupante, que Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudí se tomaron la molestia de bloquear el reconocimiento oficial del informe del IPCC, dejando claro el desprecio que sienten tanto por la ciencia como por el multilateralismo.
«La mayor parte de los planes climáticos no fueron reforzados, y los compromisos financieros de los países ricos aún no están a la altura de la poderosa ola de compromisos de retirar las inversiones de los combustibles fósiles, que llegó a 1.000 compromisos y casi 8 billones de dólares en activos gestionados justo antes de la COP24».
Puntualizó que ahora la esperanza queda en manos de los muchos que se están alzando para tomar acción, como fue un movimiento internacional de niños y niñas que han comenzado una ola de huelgas sin precedentes en las escuelas para apoyar un futuro sin combustibles fósiles, las más de 1.000 instituciones que se han comprometido a sacar su dinero de las inversiones en combustibles fósiles, las numerosas comunidades en todo el mundo que siguen resistiendo ante el desarrollo de combustibles fósiles y pidiendo una transición justa y rápida hacia sistemas energéticos 100% libres y renovables para todos.
Finalizó que «al negarse a reconocer lo que se tiene que hacer antes de que sea demasiado tarde, los políticos han convertido esta COP en irrelevante. Pero pueden estar seguros: de que seguiremos aumentando nuestros esfuerzos, seremos cada vez más ruidosos y valientes al interrumpir pacíficamente la adicción tóxica de nuestras sociedades a los combustibles fósiles y al ayudar a crear las soluciones que nos permitirán evitar un cambio climático catastrófico y fuera de control. Solo nos quedan unos cuantos años para rectificar y no nos vamos a detener hasta que el mundo esté libre de combustibles fósiles y sea un lugar más igualitario y seguro para todos y todas».
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