México es reconocido en el ámbito internacional como un país líder en la búsqueda de soluciones ante la crisis climática que enfrentamos y ha sido clave para acercar posiciones entre países desarrollados y en desarrollo. Sin embargo, de continuar incrementándose la concentración de CO2 en la atmósfera al ritmo actual, los efectos del cambio climático serán cada vez más devastadores, difíciles de controlar y con un mayor impacto en vidas humanas y recursos económicos.
Como líder, México fue uno de los primeros países en ratificar el Acuerdo de París, en septiembre de 2016, y el primer país en desarrollo en presentar su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), en el marco de los compromisos adquiridos en el Acuerdo. No obstante, el país aún tiene una economía dependiente del petróleo y derivados, por lo que es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático.
En respuesta, en los últimos años ha consolidado instituciones y desarrollado políticas públicas que le permitan transitar hacia una economía baja en carbono e incrementar la resiliencia de la población, la infraestructura y los ecosistemas frente a estos impactos. Por ello el conjunto de organizaciones e instituciones asociadas de esta declaración reconocen el esfuerzo y los retos de México en la construcción de una política global en la lucha contra el cambio climático y exhortamos a los nuevos gobiernos, tanto a nivel federal como estatales, que resulten de las próximas elecciones, a comprometerse a:
Colocar la política climática en el centro de la política nacional, con un enfoque de protección de derechos humanos.
Impulsar y fortalecer una política climática cuyo objetivo sea dar cumplimiento al Acuerdo de París, incrementar la ambición de las metas de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y de las acciones de adaptación al cambio climático.
Desarrollar una Hoja de Ruta para la implementación de las metas y compromisos de reducción de emisiones, como la NDC, incluyendo las políticas públicas que se requieran para su cumplimiento e incorporando una estrategia de financiamiento climático que acompañe su implementación.
Garantizar las condiciones necesarias para una transición energética justa, priorizando la generación de electricidad mediante energía solar, eólica y geotérmica, respetando salvaguardas sociales y ambientales, derechos humanos y asegurando un consumo más eficiente y sustentable de la energía.
Consolidar los esfuerzos que se llevan a cabo para la fijación de un precio al carbono mediante la actualización y mejora del impuesto introducido en 2014 y el establecimiento del sistema de comercio de emisiones que abone al cumplimiento de las metas y compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Ambas estrategias, como complementarias a la drástica reducción de emisiones necesarias para desacelerar el aumento de la temperatura global.
Fomentar e integrar la participación social y del sector privado en políticas de lucha contra el cambio climático.
Acrecentar recursos en partidas presupuestales de programas de educación y mitigación (Fondo de Cambio Climático) con acceso a Organizaciones de la Sociedad Civil, A.C, activistas, grupos organizados y comunidades.
Crear Fideicomiso o Fondo Educativo de Transformación Energética de edificios públicos (Educativos, de Gobierno y Comerciales).
Difundir y promover los programas de eficiencia energética en los ámbitos empresarial, residencial y municipal, con énfasis en los beneficios económicos y ambientales, así como las fuentes de financiamiento.
Comunicar de manera efectiva a la sociedad mexicana acerca de los co-beneficios que en materia de salud y bienestar conlleva el combate eficaz al cambio climático:
Comunicar el riesgo en que se encuentra el recurso hídrico (agua) en términos de calidad y cantidad, por la alteración de los sistemas hidrológicos por los cambios en la precipitación o derretimiento de hielo (cambio climático).
Comunicar el riesgo de la seguridad alimentaria por los impactos negativos del cambio climático en los cultivos, como el trigo y el maíz.
Comunicar sobre los riesgos a la salud humana en las grandes ciudades derivado de la exposición a la contaminación atmosférica generada en su mayoría por las mismas fuentes que emiten bióxido de carbono
Fortalecer y empoderar a los centros de investigación y tecnología sobre cambio climático para el desarrollo de la ciencia e innovación que permita contrarrestar los efectos nocivos del fenómeno.
La crisis climática que estamos enfrentando requiere de la acción urgente de todos los individuos, empresas y entidades gubernamentales y del compromiso firme de todos los países y gobiernos del mundo. México ha sido un país relevante en el combate al cambio climático y debe continuar reforzando su liderazgo.
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