Sustentabilidad

Carece México de política hídrica

El excesivo desperdicio y mal aprovechamiento del agua en México pone en riesgo a las futuras generaciones que podrán padecer grave escasez del líquido, situación que se recrudecerá en en las zonas urbanas, donde en 2030 habitará 80% de la población.

agua

Dolores Barrientos, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dijo que el urbanismo desmedido y cambios de uso de suelo de zonas naturales son de los más graves peligros que enfrenta México en la preservación del agua y la biodiversidad, realidad que incrementa la degradación ecológica.

Indicó que preocupa la falta de enfoque de política de seguridad hídrica en el país, ya que las cuencas hidrológicas tienen diversas formas de operar por la escasez de recursos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y falta infraestructura para manejar el agua.

Lamentó que, pese a esta lamentable realidad, el Estado no piensa cambiar la política de subsidios en uso de agua, del cual goza, por ejemplo, el sector agropecuario que utiliza más del 70% de este recurso y de las ciudades que, al tener un costo muy bajo, la desperdician al no saber su costo real de extracción, traslado y potabilidad.

De acuerdo a la Federación, existen 35 millones de mexicanos con poca disponibilidad de agua y uno de cada seis acuíferos del país está sobreexplotado, pero, según Greenpeace, el 70% de los cuerpos de agua del país presentan algún grado de contaminación.

Señaló que “esto se reflejará en que el norte de México en los próximos 30 ó 40 años presentará éxodos masivos de personas por la falta de agua” y dejarán en despoblado dichas regiones del país; “sin agenda hídrica nacional con grandes estrategias en su sustentabilidad se desarticula el desarrollo humano, ya que cada cuenca lleva su propia agenda”.

La actual administración de la Conagua cumple un año de ejercicio y, al momento, no se ha presentado los ejes esenciales de la política hídrica nacional, dejando de lado todo trabajo anterior efectuado por administraciones pasadas que, igualmente, en forma vaga y sin una política establecida, presentaron el Plan Nacional 2050 para el manejo del agua, pero sólo quedó en anuncio.

De acuerdo al gobierno mexicano, las cuatro líneas de acción de la política hídrica nacional son: servicios de agua accesibles; abasto para la seguridad alimentaria; seguridad hídrica, con base en acciones como la construcción de 5 grandes acueductos; instalar plantas desalinizadoras; obras de infraestructura hidroagrícola; modernizar 850 mil hectáreas de riego; dar certeza jurídica y prevenir conflictos sociales; crear un grupo especializado en emergencias, y modernizar el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Pero todavía no hay avance alguno, ante lo cual, muestran una falta evidente de un eje rector de tal política.

Carlos Muñoz, coordinador de Investigaciones del Centro “Mario Molina”, declaró que en México existe un gobierno desorganizado en el sector ambiental, reflejando una crisis biodiversa y del agua, ya que todo se enfoca al Cambio Climático.

Mi Ambiente, al pedir información a la vocería de la Conagua para saber lo difundido y avances de estos objetivos en política hídrica, no se obtuvo respuesta, pretextando exceso de trabajo de su personal dejando de atender la petición de información.

Muñoz dijo que es apremiante un real trabajo de unificación intersecretarial con base a una política de largo plazo, pues cuando se presenta una cuenca degradada se generan más conflictos sociales.

Declaró a Mi Ambiente que el tema del agua no puede desligarse del reto nacional de alcanzar el uso de 35% de la energía en el año 2030 de fuentes renovables y ahí es donde debe haber un adecuado estudio en funcionamiento y levantamiento de presas minihidroeléctricas con base a un adecuado análisis de sus impactos y compensación de efectos climáticos, como restaurar los ecosistemas aledaños y aprovechar su energía.

Dijo que “es importante para estas presas ser fuentes del futuro energético y acceso del agua. México debe tener la economía y la población cerca de donde está el agua, cobrar bien por ella y ello permitirá una mejor abundancia económica”.

Finalmente, en entrevista con Mi Ambiente, Carlos Díaz, investigador internacional del Climate Institute, comentó que los corredores de agua en la antigüedad eran caminos de vida por llegar a las poblaciones y se abastecían de forma sustentable, pero, en la actualidad, los ríos se han vuelto basureros pensando que se irá solo, pero es un craso error, ya que ello desemboca en contaminación y falta un cambio esencial de enfoque ciudadano, político y de estructura para tener agua para las poblaciones vulnerables.

DEFENDER LO INDEFENDIBLE EN AGUA
Al respecto y dando la cara por el sector ambiental oficial, José Sarukhan, titular de la Comisión Nacional de Uso de la Biodiversidad (Conabio), replicó a la representante del PNUMA, indicando que en México se actúa de forma correcta en materia de agua, ya que hasta el mismo sector privado –Fundación Gonzalo Rio Arronte-, ha reconocido la labor de los Consejos de Cuenca y Sistemas de Operación del agua en México.

Enfatizó que el cobro y pago de este servicio, es de los mejores y esto les ha llevado a que los Consejos de Cuenca sean reconocidos por la iniciativa privada. Sin embargo, al ser cuestionado Mi Ambiente para que ahondará sobre el uso sustentable del agua, respondió que dicho tema no es de su especialidad; es injerencia de Conagua, no de Conabio.

URGE UN PLAN INTEGRAL DE AGUA
Por su parte, Roeb García, profesor de la Ingería de Desarrollo Sostenible del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México, indicó que el país necesita una política nacional hídrica mucho más integral y ambiciosa en sus indicadores. Consideró que no sólo se debe enfocar en la oferta, sino en la demanda.

Comentó a Mi Ambiente que “quisiera ver una estrategia y modelo de operación enfocado a desarrollar una cultura del agua en los ciudadanos para disminuir su consumo en varias urbes a sólo 150L/hab/año (recomendaciones de la ONU para tener una calidad de vida sin impacto negativo al Medio Ambiente). Hoy día, ese consumo promedio es en la Ciudad de México de 365 L/día o en Cancún de 689 L/día”.

Especificó que debe darse un esfuerzo central en la eficiencia de los organismos operadores para un suministro del agua a ciudadanos con calidad, ya que la eficiencia promedio en México es del 37.5%, en comparación con otros países, como Chile, con el 63% de eficiencia y Alemania con un 87%.

Calificó que es “la eficiencia de un gran pendiente, no sólo físico, es decir, el agua que se extrae es la que se suministra, sino que también se deben plantearse estrategias para una eficiencia tarifaria, es decir, el agua que se suministra es la que se factura. 5 estados representan el 50% del ingreso por pago de agua, a saber: Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Baja California.

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